Cronenberg vuelve a su vieja y violenta receta

Presentó su último filme “Promesas del este” en el festival de San Sebastián junto al actor Viggo Mortensen

Se mostraron juntos ante los fotógrafos y los periodistas para presentar “Promesas del este”. Seductores y elegantes, la alfombra roja de San Sebastián los recibió y los despidió con aplausos mientras los flashes de los reporteros gráficos los mostraron en el otro extremo de los personajes que ambos han construido para sus películas. El cineasta canadiense David Cronenberg y el actor norteamericano Viggo Mortensen disfrutaron del aire tibio de la 55ª edición del festival vasco y hablaron del segundo filme —el primero fue “Una historia de violencia— que rodaron como director e intérprete: una historia violenta con Londres como escenario donde la mafia rusa marca el ritmo de la prostitución y otros negocios ilegales. Los acompañan en el reparto Noami Watts, Armin Muelher y Vincent Cassel.



El pasado lo condena. Aunque mirando hacia atrás quizás esta no sea una novedad. Crononberg ya sugirió o expuso hasta con vehemencia diferentes formas de violencia como en “Crash”, “Festín desnudo”, “La mosca” o “Videodromo”.

   Con un pasado que no lo absuelve, Cronenberg se defendió de la acusación de querer llamar la atención con escenas de crueldad esgrimiendo una broma al explicar que son pocos los minutos de exposición a escenas crudas con “un bajo promedio de cadáveres frente a los de (Martin) Scorsese en «Los infiltrados»”.

   Sin embargo, el filme empieza y termina con sangre manchando la pantalla, a parte de la ya mencionada escena del baño, pintando una Londres poco conocida en los tours turísticos. No obstante, en medio de tanta ferocidad hay tiempo y lugar para desarrollar a cada uno de los personajes, en su mayoría, involucrados en los manejos ilegales una mafia ligada tanto a grupos de extorsionadores y secuestradores como al poder estatal ruso, a través de sus agentes de inteligencia.

   Para algunos expertos, de los que no faltan en el festival vasco, Mortensen ha conseguido exponer ante la cámara las pretensiones del director con una máscara que pendula entre la amabilidad y el descontrol, dicen algunos, superando a su personaje anterior. Acerca del actor, Cronenberg dijo conocerlo como la palma de su mano. “Si Viggo no gana un Oscar por este papel terminaremos nuestra relación”, alentó el director y Mortensen devolvió: “Los personajes de Cronenberg nunca son de una sola manera, tienen diferentes facetas y matices de comportamiento”. Y asoció a los personajes con el propio cineasta: “Uno aprende mucho de él, pero es imposible conocerlo por completo”.

El intérprete norteamericano y el director canadiense ya tuvieron oportunidad de compatir el trabajo en otra exitosa película.