Denuncian extravío en causa por crimen de la ex mujer de un juez

Venado Tuerto.— La causa que investiga el asesinato a puñaladas de Alba Di Giunni, ocurrido el 19 de marzo pasado, podría tener un nuevo giro tras comprobarse la desaparición de la muestra de sangre extraída al principal imputado del caso, el karateca Juan Cruz Münger. Además, ayer trascendió el resultado de examenes hechos al cadáver de la mujer y se supo que en el hisopado vaginal realizado se detectaron rastros de semen, por lo que se abre ahora una nueva hipótesis: la del homicidio con carácter sexual.

Ante las novedades, el defensor de Münger, Paul Krupnik, calificó de “aberrantes e insólitas” las actuaciones judiciales y adelantó que pedirá el jucio político del juez Hugo Perassi.

Alba Di Giunni, esposa del juez Alberto Frinchaboy, fue hallada muerta en la casa de su sobrina Flavia Lussenhoff. Tenía cinco puñaladas en la cara y dos en los ojos. Por el crimen estuvo detenida la misma Flavia y su ex pareja, Juan Cruz Münger. La joven recuperó la libertad la semana pasada mientras que el muchacho sigue detenido en la alcaldía de Melincué como principal sospechoso.

Testimonio. Ayer, Krupnik se enteró de las novedades periciales mediante la declaración testimonial que hizo el bioquímico forense Rodolfo Charlone. El profesional ratificó la pérdida de la muestra sanguínea de Münger y el resultado del hisopado vaginal, hechos que no figuran en la causa.

El abogado remarcó que “esta actuación será materia de un juicio político que se le va a pedir al juez Perassi porque no se pueden creer las irregularidades que presenta esta y otras causas”.

Asimismo, Krupnik agregó que “hay constancia de que el 23 de marzo la sangre de Münger llegó al juzgado de Perassi y se perdió allí mismo. No hubo constancia de que se la hayan entregado a alguien”. Y remarcó que “la sangre de Di Giunni y Lussenhoff no se perdió porque fue al Ceride”.

Krupnik también se mostró molesto con las actuaciones y, en torno al hallazgo de semen en la víctima, dijo que ahora está la posibilidad de “sospechar del vecino lindero, del albañil o de un montón de gente más. ¿Porqué descartar que haya sido un crimen de índole sexual perpetrado por otras personas?”, se preguntó.

La defensa anterior de Münger había solicitado —según dijo Krupnik— “el estudio de la sangre del karateca. Al mes siguiente hizo lo mismo y no le hicieron caso. Luego me constituyo yo en defensor y me encuentro con que el perito Charlone dijo que él no tenía la sangre y que se la había dado a Instrucción. Todo eso en declaraciones testimoniales por lo cual me animo a decir que esto es muy poco serio. Perdieron la sangre en el propio Juzgado”.