Sudamericana

River volvió a padecer el estigma brasileño

River volvió a perder en una tierra inaccesible como Brasil. Esta vez ante Botafogo, que volvía a una competencia internacional después de 11 años, apenas por 1 a 0 y mereciendo mejor suerte. Pero al no convertir como visitante puso en riesgo su porvenir en esta Copa Sudamericana en la que ayer debutó en octavos de final.

   El planteo ofensivo propuesto por River, con un 4-3-3 muy audaz para implementarlo en un campo brasileño, hizo agua muy rápidamente, porque pese a contar con tres delanteros nunca pateó al arco en el primer tiempo.

   Es que para tener tres atacantes hay que contar con quien los asista. Y de eso River careció. Porque sin un socio como por ejemplo Ortega a su lado, Belluschi demostró que le cuesta manejar los hilos del equipo. Por eso los brasileños resolvieron ese problema, anulando al ex Newell’s con doblarle la marca.

   Fue entonces el que tomó la posta de Belluschi fue otro ex Lepra: Leonardo Ponzio. Claro, lo hizo con menos manejo y panorama, pese a su ubicación como volante central.

   Por eso de a poco los locales comenzaron a adueñarse del balón y lo manejaron sin contratiempos ni oposición, porque River no tenía marca en la mitad de la cancha.

   De esta manera los cariocas vieron disimuladas sus flaquezas defensivas y potenciaron sus virtudes ofensivas, empezando por un mediocampo en el que sobresalía Zé Roberto. Mientras que Dodó era una luz de alarma para la defensa riverplatense.

   En cuanto a situaciones de riesgo, primero llegó un centro cruzado que Carrizo resolvió. Luego se durmió Nicolás Sánchez y Guerreiro terminó estrellando el balón en el palo derecho. Las aproximaciones de los locales continuaron. Y sobre la hora Joilson recibió a unos 25 metros, y con un bombazo clavó el balón en el ángulo.

   Esto obligó a que Passarella apurara un par de modificaciones para el complemento. Y con el ingreso de Peralta y Abelairas el millonario consiguió manejar la pelota. Pero aún faltaba recuperarla.

   Para esa segunda meta y luego de advertir que Zé Roberto seguía moviéndose a sus anchas, Passarella sacó de la cancha a Emanuel Martínez e hizo ingresar a Ahumada, pasando Ponzio a la derecha.

   Y con esto estuvo completo River para buscar una paridad a la que se fue haciendo paulatinamente acreedor, porque jugó la mayor parte del segundo período cerca del área local, creando un par de opciones muy favorables como para igualar.

   Una buena acción del juvenil chileno Alexis Sánchez que conjuró el arquero Max, y un tiro libre de Abelairas que rozó en la barrera, fueron acciones que acercaron a River al merecido empate.

   Pero como no acertó en la puntada final, el millonario debió conformarse con una derrota. Sin embargo, por terminar sin goles a favor y con la ventaja que significa la conversión de visitante, abren un interrogante sobre su futuro en el torneo internacional, que debutó ayer.

   Esto se resolverá el próximo jueves en el Monumental de Núñez cuando se juegue la revancha que, por lo expuesto ayer, River no mereció perder. Aunque con eso no le alcanza para estar relativamente tranquilo.