Año CXXXVII Nº 49601
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Opinión
Escenario
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 16/09
Mujer 16/09
Señales 16/09
Educación 15/09
Estilo 01/09

contacto

servicios
Institucional


 jueves, 20 de septiembre de 2007  
Viajeros del Tiempo ©
Rosario 1905/1910

Por Guillermo Zinni / Fuente: La Capital

Las irregularidades de los tranvías eléctricos. La empresa de los tranvías eléctricos viene cometiendo una serie de abusos que es necesario reprimir por medio de medidas enérgicas ya que los pedidos y las notas que se les pasan no surten el menor efecto. El servicio de coches no cumple con el horario establecido, ha disminuido el número de coches en algunas líneas y deja sin componer las redes protectoras del cable donde se rompen y queman, como sucedió en la calle Paraguay y Rioja. Además, destruyen los árboles de las calles que les molestan a fuerza de hacha, sin dar aviso a la dirección de Plazas y Paseos para que los saque evitando la destrucción de lo que tanto ha costado criar. Ahora ha puesto en circulación coches más chicos sin que la inspección los haya declarado buenos, y los que aparte de ser ordinarios no tienen la tablilla de “completo” y las bombitas de su alumbrado carecen de tulipas o pantallas. Tampoco tienen la tablilla anunciadora del destino de los mismos y no funciona el aparato de contramarcha. También, cuando se facultó a esa empresa para poner coches acoplados, se interpretó que éstos cobrarían pasajes mínimos, y por eso se llaman “coches para obreros”, porque son de inferior clase y con asientos de madera. En todas partes se los considera de segunda clase y los que viajan en ellos sólo deben pagar cinco centavos. Pero aquí esta empresa tiene un criterio distinto: sus empleados clasifican a los pasajeros según vayan vestidos y cobran cinco centavos al que viste mal, llamándolo sólo a ese “obrero”, no importa dónde se siente, y a todos los demás los clasifica como de primera categoría y les cobra diez centavos el viaje. También es de notar que en uno de los coches grandes de la línea 10 se han sustituido las butacas de esterilla por bancos de palo, ordinarios e incómodos, sin que hasta el momento se hayan dignado a dar explicaciones por este cambio. (1910)

[email protected]

bienvenidosviajerosdeltiempo.blogspot.com


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados