La fe no pasa de moda

No caminaron para la foto. No llagaron sus pies para llegar a ser famosos. No culminaron su peregrinar presidido por una semana de mal tiempo que los precedió durante su travesía desde el sábado 15 de septiembre a las 15 para llegar a San Nicolás el domingo 16 a las 7, acompañados por la carroza con nuestra patrona la Virgen del Rosario y por su pastor, monseñor Mollaghan. No lo hicieron para ser llamados héroes. Unos vinieron de muy lejos: Mendoza, Tucumán, Buenos Aires y zonas aledañas y se fueron sumando como siempre desde hace 15 años. Algunos abandonaron, los menos, pero no se permitieron la palabra fracaso. Decidieron volver a intentarlo el año venidero. Los otros, los más, apuntaron su caminar hacia el santuario de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás. El motivo interno, profundo, casi secreto, su fe, su relación con Dios a través del amor incondicional a su Madre y su eterna e inquebrantable esperanza, levantada contra toda estadística: de frío, lluvia y el pronóstico de días aún más difíciles. Ese caminar fue un sacrificio profundo, silencioso y realizado con la alegría de quienes tuvieron a su cargo la organización como un servicio a sus hermanos peregrinos.

María Edith G. de Estrella, LC 3.893.855