Se salvan los nombres raros en Venezuela

Caracas. — Maiquel, Usnavi, Milaidi, Yorman, Wilmenson y similares pueden estar tranquilos: sus nombres seguirán siendo legales en Venezuela. Y también podrán ponérselos a sus hijos, o inventarles nuevos si así lo desean, porque un polémico artículo que lo habría impedido fue retirado del proyecto de reforma del Registro Civil venezolano presentado por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

   La Comisión de Registro Civil del Consejo Nacional Electoral de Venezuela descartó ayer el proyecto de ley que buscaba limitar la lista de nombres raros o extravagantes para los niños recién nacidos. La medida se adoptó a pedido de organismos de protección al menor, que advirtieron que el artículo podría vulnerar el derecho a la libertad existente. .

   El ya retirado artículo prohibía a los padres ponerle a sus hijos “nombres que los expongan al ridículo, sean extravagantes o de difícil pronunciación en el idioma oficial”, dijo la funcionaria. Sólo se exceptuaban los nombres indígenas o los propios de comunidades extranjeras en Venezuela.



“Usnavi” o “Milaidi”. Los venezolanos son expertos en dar vida a palabras y expresiones propias de su modo de hablar que con el pasar de los años incluso han terminado por ser registradas por el propio Diccionario de la Real Academia Española con la denominación de “venezolanismo”. Suelen castellanizar nombres extranjeros, que pierden su ortografía original: el caso del alguna vez italiano Yhobany. O combinar el nombre del padre y de la madre, como Orlimar, posible mezcla de Orlando y María. El registro civil iba a ser el encargado de impedir esos nombres “extravagantes”, e incluso tendrían una lista de nombres para “sugerir” a los padres demasiado creativos. En Venezuela existen nombres como Usnavi, apelativo femenino derivado de la marina estadounidense (US Navy). Muchos recién nacidos han sido bautizados con nombres de un jugador de béisbol, una marca, o hasta un barco que alguna vez se detuvo en el puerto de la ciudad. l