Lo que se viene

Esta vez se dio como tenía que darse (así solía decir mi padre), es cierto, después de veinticuatro años. En esta provincia era necesario un poco de aire distinto. No sé si será suficiente, tal vez la mezquindad y el temor de dar rienda suelta a lo que pueda surgir desde el pie vaya destiñendo las rosas. Será cuestión de ver si empalidece o avanza en su desarrollo. Ayer nomás, los que deben dejar los sillones del gobierno intentaban una amnistía solapada al designar funcionarios de alto rango que serán responsables de impulsar futuras investigaciones. Demuestran con ello ser temerosos de que alguna espina de esa rosa le produzcan heridas imposibles de cerrar. Los que llegan también sueñan con que quienes vienen sufriendo las frustraciones se empalaguen con la esperanza de que se les reconozcan sus derechos tantas veces birlados. Me parece que los de la rosa van a tener que bancarse oleadas de luchas de quienes no están dispuestos a seguir pagando los platos rotos del sistema y van a tener que acabarse los empleos en negro, contratos basuras y otras yerbas, porque esa idea del socialismo a la europea no son recetas válidas para estas tierras.

Amílcar Monti, DNI 6.038.156