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domingo,
02 de
septiembre de
2007 |
Argentina busca toda la gloria ante EEUU que también clasificó
Las Vegas.- Argentina se va como el gran protagonista del preolímpico de las Américas de básquetbol, ya que logró su clasificación a Beijing 2008 sin buena parte de sus principales figuras y frenó el avance de un Brasil que arribó como uno de los favoritos, pero además buscará desde las 20 ganar la final que disputará ante el Dream Team de EEUU, el único equipo que lo venció en el torneo.
Estados Unidos se aseguró el otro boleto directo a las olimpiadas, pero era una cuestión que se esperaba ya que se presentó con una poderosa selección integrada por superastros de la NBA.
Es más, muchos consideraron que este equipo estadounidense era como la nueva versión del “Dream Team”, con Kobe Bryant, Lebron James y Carmelo Anthony.
“Esto es muy lindo, lo estamos disfrutando y todavía (estoy) un poco inconsciente”, declaró el entrenador argentino Sergio Hernández, poco después de la victoria el sábado sobre Brasil que aseguró el viaje a China. “Espero tomar conciencia rápido de esto”.
La reacción de Hernández tenía sus razones.
Argentina llegó a Las Vegas con la ausencia de su máxima figura, Manu Ginóbili, y de otros titulares que ayudaron al quinteto albiceleste a ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas del 2004.
Si bien traían en el equipo a Luis Scola y a Carlos Delfino, que también participaron en esa hazaña en tierra helénica, muchos le apostaban más a la selección de Brasil, que lucía a dos de sus máximas figuras y que juegan en la NBA, Nené y Leandrinho Barbosa.
Pero Argentina echó por tierra todos esos pronósticos y le ganó a Brasil en la segunda ronda y en las semifinales.
Se creía que Brasil, que ha estado ausente en las dos últimas olimpiadas, iba a asegurar el boleto directo esta vez, aprovechando que Argentina arribó mermada.
Como el torneo también otorgó el pase a un repechaje mundial a los que terminaron entre las casillas tercera y quinta, Brasil, Puerto Rico y Canadá aseguraron ese viaje.
En ese torneo, que aún no tiene sede, participarán 12 equipos de América, Africa, Asia, Europa y Oceanía y clasificará a tres más a las olimpiadas.
Para Brasil es un duro golpe tener que acudir a una nuevo torneo clasificatorio, que se efectuará un mes antes de los juegos. Pero para Puerto Rico representó su objetivo en Las Vegas y quizás para Canadá también.
Puerto Rico recibió una paliza de Estados Unidos en la semifinal del sábado, pero su entrenador Manolo Cintrón lo tomó con calma, trató de ser realista y calificó como positivo el balance del quinteto caribeño.
“Fue bien bueno. Fuimos de menos a más”, manifestó Cintrón a la AP. “Empezamos muy mal, terminamos la segunda vuelta muy bien y estamos contentos”.
Puerto Rico sufrió un traspié de entrada al ser derrotado por México y, tras ganarle a Panamá, perdió sus otros dos juegos ante Argentina y Uruguay.
Pasó a la segunda ronda gracias a una victoria de Argentina sobre Panamá, aunque en esta fase derrotó a Brasil, Venezuela y Canadá.
Uruguay estuvo palpitando el quinto lugar hasta el último partido de la segunda ronda, pero terminó sexto y eliminado al repechaje con la victoria de Puerto Rico sobre Canadá. El quinteto charrúa tuvo una muy buena primera ronda, pero se quedó sin gasolina en la segunda fase.
México sorprendió al debutar con su triunfo sobre Puerto Rico, pero luego se fue a pique y perdió sus seis partidos siguientes. Finalizó con una victoria sobre Venezuela.
De acuerdo al cuerpo técnico y a los jugadores de México, el estrepitoso bajón se debió a la fatiga acumulada por los casi 20 partidos de fogueos que realizaron previo al torneo.
Venezuela ganó dos partidos y dio un paso en firme en su renovación.
Argentina, con su centro y capitán Scola marcando la pauta, terminó invicta la primera fase y en la segunda sólo conoció el revés que le propinó Estados Unidos. Brasil, en cambio, sufrió altibajos, Barbosa se silenció en los momentos decisivos y Nené no estuvo al ciento por ciento físicamente. En la semifinal salió en el primer cuarto por una dolencia en su rodilla derecha.
Estados Unidos se divirtió, propinó palo y regaló espectáculo con Bryant, James, Anthony y compañía.
Argentina no dio ese tipo de juego fantasía, pero dejó en la cancha alma y corazón. También juego de conjunto.
“Por ahí cuando empezó el proceso muchos no pensaban en esto (la clasificación de Argentina)”, manifestó el escolta Delfino. “Las posibilidades eran muy pocas. Pero trabajamos mucho... este grupo se hizo muy mancomunado, siempre tiraba para el mismo lado”.(AP)
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