Paciencia y eficacia

Elbio Evangeliste / La Capital

Paso a paso, Central Córdoba va afianzando su andar en el torneo. A la inteligencia que mostró ante Tristán Suárez, el charrúa le sumó ayer la paciencia necesaria para romper el maleficio puertas adentro y así empezar a saldar su deuda interna: ganar en el Gabino. Cómo dejar de lado la eficacia que mostró, especialmente en el primer tiempo, donde convirtió en las dos claras que tuvo. Igual, eso sonó más a consecuencia que a un mero golpe de suerte. Fue un triunfo (2 a 1) ante Social Español que terminó siendo ajustado, pero justo al fin.

  Esa paciencia ayer fue la principal aliada del charrúa. Las armas de manejar la pelota por abajo (pese a las malas condiciones del terreno) estaban bien claras, sobre todo cuando la escena tenía a Bezombe como actor principal, pero traducirlo en el juego no resultaba del todo sencillo.

  Es cierto que en esta ocasión no hubo grandes reclamos del otro lado del tejido, pero nadie se preocupó porque a los 20 minutos Córdoba no había logrado inquietar al arquero Coldeira. Es que el juego, amén de esa falta de profundidad, pintaba convincente. La aparición de Marcos Del Bono (24’), tras el tiro libre de Bezombe, comenzó a allanar el camino y a fortalecer la apuesta charrúa.

  No replegarse para aguantar, ni enloquecerse para aumentar la diferencia fue un gran mérito. Porque sin sufrir demasiado los embates de un pobre Español, Córdoba siguió aferrado a su libreto, a la espera de una nueva chance para golpear. Esa posibilidad apareció a los 34’ cuando Pierani le ganó en velocidad a Espinoza y al defensor no le quedó otra que tocarlo dentro del área. Bezombe cumplió con su parte y marcó el segundo. Ciento por ciento de eficacia y a cobrar.

  Español contó con un par de chances aisladas pero el sentimiento de pertenencia que Córdoba había hecho del resultado era inobjetable. Ni las oportunidades (un par fueron muy claras) que los gallegos tuvieron en el segundo alcanzaron para modificar esa sensación. Y eso que Bezombe fue el único que quedó un par de veces de cara al gol (en ambas ocasiones eligió picarla).

  La expulsión de Martínez (76’) terminó de cerrarle la ecuación a Córdoba, más allá de que Español descontó en inferioridad numérica. De principio a fin, el charrúa mostró muchos signos positivos. La eficacia fue el que condujo el equipo al triunfo, pero para romper el maleficio en el Gabino hacía falta no sólo confianza, sino también tranquilidad. Y el charrúa la tuvo. l