Arranque salado

Javier Parenti / La Capital

El segundo gol, a los 90', no fue justo. Claro que si la red del arco salaíto se hubiera sacudido dos o tres veces más en el primer tiempo no se discutiría. El 2 a 0 fue exagerado. La derrota no.

Y, es así. Argentino no se levantó. Estaba tan desdibujado desde el miércoles (0-1 con San Miguel) que la imagen borrosa se prolongó en la primera mitad del juego ante Barracas Central, cuando los camioneros le hicieron precio de amigo en el resultado. Una cuestión numérica que se mantuvo hasta el final porque el salaíto entendió algo más de qué se trataba y porque la visita se contagió para mal cuidando el resultado.

Qué difícil. Qué duro. Qué complicado le será a este Argentino poner primera para arrancar. Aquellos dos empates en cero que servían para largar bien parado el torneo quedaron en el olvido con las siguientes y últimas dos derrotas. Encima, el cero se repite al hablar de goles a favor y esto no es cuestión de que falte quien los convierta sino de cómo generarlos.

Una chance, sólo una, fue la que creó Argentino frente a Barracas. Y fue a los 75', cuando Müller aguantó un tiro libre bajándosela a Matías Di Leo y el hijo del Camello (José, el lateral canalla) sacó un remate desde la medialuna que hizo lucir al arquero Volpe.

Y lo que le costó al equipo llegar a esta jugada. Todo un primer tiempo con saldo en blanco. Una situación que Jorge Díaz revirtió en parte con palabras en el entretiempo Y que intentó corregir con las variantes pese a ser obligadas por lesiones (dos defensores y un carrilero), pero que en definitiva se dio porque contó con la gran ayuda de un Barracas Central que resignó ir por más.

Los últimos cinco minutos se presentaron con el característico trámite del fútbol de ascenso con desventaja del local. Un equipo que va y va, el otro que aguanta y aguanta, y un final sin final feliz. Es más, con un contraataque que hizo más pronunciada la derrota. Una corrida por izquierda visitante, una pelota al segundo palo y un empujón al gol. Lo marcó Alvarez, lo reclamó el arquero Fernández y lo convalidó el árbitro. Era lo mismo, el partido ya estaba perdido, sólo agravaba el dolor final.

Ese 0-2 que volvió a golpear y obliga a replanteos. De estructura táctica y de algunos nombres, no de ir más allá. El torneo recién empieza, quedan 34 partidos hasta el final y el miércoles Argentino tendrá la primera revancha en el pendiente en cancha de Argentino de Merlo. Será difícil la recuperación, será lenta, será con varios tropezones, pero será posible. Si el juego recién comienza. l