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 sábado, 01 de septiembre de 2007  
Encuentran vidrio en un polvo para preparar bizcochuelo

Marcelo Abram / La Capital

Granadero Baigorria.— “¿Gorda, me querés matar?”, fue la primera expresión que atinó a decir Juan José Ovejero cuando vio que le salía sangre de la boca tras morder un trozo de bizcochuelo que le había preparado su esposa, Sandra Solís.

   Pero su sorpresa no terminaría allí, porque casi simultáneamente ella comenzó a experimentar serios trastornos al intentar tragar una porción de la misma preparación.

   Según pudieron comprobar más tarde, el polvo que habían comprado en el comercio cercano contenía restos de vidrio, que les ocasionaron lastimaduras al ingerir la torta con que estaban merendando.

   El jueves pasado Sandra había comprado dos paquetes del preparado para hacer bizcochuelo, uno de chocolate, y otro de vainilla, de la marca Emeth, que se fabrica en la localidad de Colegiales, y a partir de allí se desencadenaron los episodios mencionados.

   Juan José relató que ambos estaban merendando cuando sintió un fuerte dolor en los labios y comprobó que se había lastimado, mientras que Sandra manifestó un intenso ardor al tragar un pedazo de la torta, por lo que debió ser medicada.



Sin respiración. Sandra recordó, entre nerviosa y asombrada, que “cuando tragué el bocado de torta que estaba masticando me quedé sin respiración, me puse morada de tal forma que mi hija, que tiene 11 años, empezó a llorar desesperadamente. Entonces mi marido me dio varios golpes en la espalda hasta que me recuperé”.

   Ante estos síntomas y los visibles cortes, la mujer se dirigió al comercio en el que compró el producto para relatarle lo sucedido al propietario. Al pedirle un paquete de la misma marca y volcarlo en un recipiente comprobó la existencia de pequeños trozos de vidrio en el polvo para hornear.

    Además, al revisar el nuevo paquete Sandra pudo comprobar que “no sólo había restos de vidrio, también había pedazos de algo similar a la virulana”.

    Con estos elementos se dirigió de inmediato a la comisaría 24ª para efectuar la denuncia sobre los hechos. Inmediatamente tomó intervención el Juzgado Correccional Nº 8 de Rosario, mientras tanto la policía procedió a retirar la mercadería existente en el comercio.

   El matrimonio damnificado vive a pocos metros del autoservicio Toti, que se encuentra en la esquina de 25 de Diciembre y Dorrego, del barrio San Fernando, del cual son clientes desde hace tiempo y la relación con sus vecinos comerciantes es buena.

   Según una fuente ligada a la investigación, el producto había llegado a este único comercio de Granadero Baigorria, a partir de una distribuidora llamada Beial de Rosario, y que los únicos paquetes que tuvieron salida fueron los adquiridos por los denunciantes.

   La policía además de proceder a retirar los nueve envases que quedaban en el las góndolas del comercio también retiró sobres de flanes, postres y gelatinas de la misma marca.

   Por otro lado, ayer se pudo saber que la Justicia actuante se constituyó en el local de la distribuidora, ubicada en calle Tucumán al 3700 de Rosario y que los damnificados podrían accionar judicialmente en el fuero penal, por lo que también ayer fueron revisados por los médicos legistas.

   Luego de ser revisada por los médicos policiales la joven mujer sostuvo que “tengo una pequeña lesión en la garganta, me han medicado con calmantes, pero mi marido se lastimó los labios en la parte interna”, enumeró visiblemente enojada.

   Aal hacer una referencia a la denuncia Sandra señaló que tuvo dudas antes de formularla porque “no sabía qué hacer. No quería perjudicar a la gente del autoservicio porque es muy buena con nosotros y con el resto de los clientes. Ellos se preocuparon y sacaron enseguida los productos de las góndolas”.

   “Realmente queríamos hacerlo público para que no le pase lo mismo a nadie más. Afortunadamente nosotros nos encontramos bien y no hay que lamentar nada grave”, afirmó.
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Los damnificados sufrieron lastimaduras en la boca y la garganta al consumir el producto.


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