Binner y Bielsa, recluidos en familia y lejos de los bombos

Acallado el fragor de los bombos y con el engrudo aún fresco en las paredes empapeladas de promesas y rostros de photoshop, los candidatos tuvieron ayer su primer día de descanso para recuperarse y esperar el día de la verdad, que para algunos será de festejos y para otros de resignación. Entre Hermes Binner y Rafael Bielsa saldrá el próximo gobernador. Ambos son diputados nacionales y mañana protagonizarán la pelea de fondo. Después de tantos palazos de campaña, ayer coincidieron en algo: dedicaron la jornada para estar en familia y lejos de los teléfonos y el bullicio.

   “Pasó una jornada de distensión luego de la ardua agenda electoral”, confiaron fuentes de prensa del candidato del Frente para Victoria, Bielsa, quien el jueves participó de un multitudinario acto en Villa Gobernador Gálvez. “Como única actividad institucional, a la tarde sólo se reunió con directivos de las organizaciones judías Daia y Amia”, ampliaron los voceros.

   El ex canciller estuvo ayer rodeado por sus dos hijos adolescentes, que llegaron desde Buenos Aires, y su esposa, que espera un nuevo hijo para diciembre. “Estoy esperando un bebé, varón, que se va a llamar Juan Agustín, y frente a ese tipo de cosas todo lo demás palidece”, había dicho Bielsa cuando le preguntaron si continuaría en política en caso de perder los comicios.



Mateando espero. Binner, el postulante del Frente Progresista, no realizó actividad pública ayer ni tiene pensada ninguna para hoy. Si bien sostuvo algunas reuniones particulares a la mañana, almorzó con su familia y descansó, luego de haber cerrado el jueves una extensa caravana que demandó una semana y recorrió la provincia “de punta a punta”, señalaron sus voceros. Como buen tomador de mate, hábito que le quedó de su época de estudiante de medicina, el nativo de Rafaela vació varios termos y no pocas tazas de café.

   El ex intendente de Rosario por dos períodos (de 1995 a 2003) está casado en segundas nupcias y tiene cinco hijos: dos varones y dos mujeres del primer matrimonio, y el más pequeño, de nueve años, del segundo. Tres hijos son médicos; una es ingeniera. Suele veranear en Villa Gesell.

   Fanático del asado argentino. Le gusta la música clásica y es hincha de Atlético Rafaela y, en Rosario, de Central Córdoba. Vive en el centro de Rosario, a dos cuadras del Liceo Bernardino Rivadavia, donde el mañana a las 10 emitirá su voto.