Yo creo: “El zapping es lo más parecido a la ruleta rusa”

Marcelo Menichetti / Escenario

Hacer zapping en la TV es lo más parecido a la ruleta rusa que puede conseguirse sin arriesgar la vida, aunque sí la lucidez. Sobre todo si uno quiere ver la televisión que se hace en la Argentina. Aunque hay sorpresas, como por ejemplo la de tropezar en el canal “Encuentro” con una entrevista realizada por un periodista español a Julio Cortázar. Esos oasis permiten intentar alguna reflexión. Este escritor publicó en los años 70 sus “Historias de Cronopios y de Famas” y muchos lo miraron con un solo ojo, como dudando de su cordura. Los Cronopios resultaron ser unos seres verdosos que flotaban por el aire y se caracterizaban por su desparpajo, desinterés y pasión por la diversión lisa y llana. Los famas, en cambio, eran señores burgueses, ordenados y pulcros, metódicos y exigentes, que representaban los valores establecidos.

Las vueltas que da la vida..., Aquellos “famas” vacíos de los años 70 llevaban por nombre el valor más apreciado por nuestra televisión. En aquellos tiempos, la fama nunca fue algo más que la consecuencia de una carrera larga y fructífera de algún señor o señora con algún talento especial; una especie de premio frívolo a tanto trabajo realizado con arte, condición que le permitía a su portador circular por la vida recibiendo respetuosos saludos y felicitaciones primero y hasta efusivas demostraciones de cariño después. En algún momento no determinado de la historia, el hecho de ser un personaje conocido -independientemente de las razones que motivaran tal notoriedad-, se convirtió en una extraña y redituable virtud que permite a quienes hasta ayer eran ilustres desconocidos, opinar hoy sobre todo lo opinable. Cuando Julio Cortazar escribió sus “Historias...” la fama era una aspiración menor. Lo que seducía era no desentonar con el resto y conseguir un lugarcito en la historia. Quizá por eso su nombre hoy sea mucho menos famoso que perdurable y su presencia sorprenda en la televisión.