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sábado,
01 de
septiembre de
2007 |
La EPE facturó 50 millones más por combatir el fraude
60 por ciento de quienes roban la energía eléctrica tiene capacidad de pago
Andrés Abramowski / La Capital
La Empresa Provincial de la Energía (EPE) facturó en el último año y medio unos 48 millones de pesos más en toda la provincia a raíz del trabajo orientado a combatir el hurto de electricidad. Este blanqueo contribuyó, de alguna manera, a disminuir los niveles de consumo al punto de que “si no se hubiera logrado, la crisis energética se habría agravado”, según el jefe de Control de Pérdidas de la compañía, Dante Adalia. El funcionario insistió en que la política antifraude está teniendo éxito gracias a la detención de quienes son sorprendidos robando electricidad y afirmó que el 60 por ciento de los fraudulentos tiene capacidad para pagar, mientras que el resto es indigente.
Más allá del bolsillo, otra diferencia entre estos dos grupos es que mientras los carenciados suelen colgarse del tendido sin ocultarlo, los que pueden pagar optan por alterar medidores o utilizar otras estratategias para pasar desapercibidos.
El responsable del área de Control de Pérdidas dijo que más allá de las multas y castigos para desalentar el hurto de quienes pueden pagar y no lo hacen, se están “trabajando” tarifas sociales para indigentes. “Una prueba piloto en el barrio Strada de Santa Fe, que es muy pobre, demostró que con precios adecuados al bolsillo los usuarios pagaron en un 70 por ciento”, dijo el funcionario, y agregó que el 30 por ciento restante “pertenece al nivel de la indigencia.
Para establecer estas tarifas (que ya se empezaron a imponer en toda la provincia) de 28 pesos por mes se tuvo en cuenta el consumo bimestral, que en esos sectores suele ser muy alto, sobre todo en invierno. La diferencia es que antes la tarifa era distinta sólo hasta 301 kilovatios de consumo y ahora se mantienen los descuentos especiales. “Hasta 400 pagan 28 pesos por mes, y si consumen hasta 600 pagan 37 pesos, justo la mitad de lo que les hubiera costado antes”, graficó Adalia y agregó: “La empresa casi no gana, pero por lo menos recupera el valor de la compra de la energía, con la ayuda del gobierno provincial, porque la EPE está haciendo un aporte social”.
Respecto de quienes no pagan, Adalia calculó que poco más de la mitad pertenece a Rosario, teniendo en cuenta que de la pérdida de energía por hurto en la provincia de Santa Fe, el 54 por ciento corresponde a Rosario, un 21 por ciento a la capital y el 8 por ciento a San Lorenzo.
Además, en cuanto al incremento de la facturación por los operativos antifraude, el funcionario discriminó las cifras totales de la siguiente manera: entre febrero de 2006 y junio de este año, los clientes que no pagaban por la energía que consumían empezaron a aportar a la facturación general 27 millones de pesos. Y en el mismo lapso, aquellos que consumían energía con medidores adulterados o estaban enganchados pagaron con un año de retroactividad lo que habían gastado fraudulentamente; un total de 21 millones.
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A diferencia de lo que antes ocurría, ahora los ladrones de energía eléctrica van presos.
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