Cartas de lectores
Año CXXXVII Nº 49582
La Ciudad
Política
Opinión
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Escenario
Educación
Estilo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 26/08
Economía 26/08
Señales 26/08
Educación 25/08
Mujer 25/08
Estilo 04/08

contacto
servicios
Institucional



 sábado, 01 de septiembre de 2007  
Muerte por error

Una noticia publicada el pasado miércoles, bajo el título "Matan un feto sano por error en un aborto selectivo en Italia", no debe pasar desapercibida ni perderse en el cúmulo de información que recibimos. Es que se trataba de dos gemelos, uno de los cuales (morfológicamente normal) se observó que tenía síndrome de down. De ahí que al advertir en el hospital de San Pablo (Milán) que habían matado al bebé que no padecía la alteración cromosómica debido a un cambio de posición, las autoridades se disculparon atribuyendo el hecho a una "terrible fatalidad". La terrible fatalidad es que seres humanos dotados de inteligencia y voluntad estén dispuestos a asesinar en el vientre de la madre a una persona, un ser indefenso e inocente que todavía no vio la luz, pero que es tan ser humano como cualquiera de los que estamos en este mundo. Un ser que podría dar amor a los que los rodean, ser feliz, muy feliz, y finalmente gozar de la felicidad eterna en el cielo. No quiero alargar esta carta aunque la cuestión no nos puede dejar indiferentes: hay que reaccionar ante esta cultura de la muerte que avanza en este mundo hedonista, que paradójicamente no cesa de invocar los derechos humanos y simultáneamente permite asesinar a mansalva a personas no nacidas. Cuando pienso que nuestra hija número once "Ichu" —que nació con síndrome de down y hoy es una chica de 18 años que asiste a su "tercer tiempo" todas las mañanas, que reparte a manos llenas su gracia, buen humor, alegría y mucho muchísimo amor— podría haber sido asesinada antes de nacer si se hubiera aplicado el criterio de los abortistas y predicadores de la salud reproductiva, se me parte el alma por esos chicos asesinados en un hospital o en una clínica ante el silencio cómplice del mundo que los rodea.

Fernando M. Bosch, DNI 4.597.872


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados