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viernes,
31 de
agosto de
2007 |
Opinión
Una elección histórica
Mauricio Maronna / La Capital
Santa Fe hará historia. Si gana el justicialismo, habrá bodas de plata en el poder y Jorge Obeid cumplirá con la ley no escrita de traspasarle los atributos de mando a un “compañero”.
Si el vencedor es Hermes Binner, por primera vez la República Argentina tendrá un gobernador de extracción socialista y la oposición contará entre sus filas a un dirigente de centroizquierda con capacidad de gestión, capaz de proyectarse a los primeros planos de la política nacional.
Lo mejor de esta campaña, que de tan extensa terminó por aburrir a los santafesinos, es que se terminó. Unos y otros expusieron sus programas, sus deseos imaginarios y libran desde hace meses una lucha dialéctica que estuvo a punto de desbarrancarse pero que, al fin, no perdió civilidad.
La oferta electoral es infinitamente mejor a la del resto de las provincias: Binner, dueño de una notable gestión cuando le tocó administrar Rosario; y Bielsa, poseedor de una agenda de contactos internacionales capaz de lograr que Santa Fe pegue el salto definitivo. Se trata de un enclave bendecido por la coyuntura, aunque con gruesos bolsones de pobreza e inseguridad.
El resultado del domingo tendrá un impacto nacional imposible de ocultar: si triunfa Bielsa, Kirchner podrá mostrar una primera postal de lo que serán los comicios presidenciales.
Si es el socialismo el que se lleva los laureles, algo nuevo asomará en el horizonte político nacional y tendrá sello rosarino.
En el esperado silencio de la veda, la mayoría estará definiendo el nombre del gobernador. Lo único seguro es que su nombre empieza con la sílaba “Bi”.
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