El trigo voló en la plaza

El trigo cerró ayer en el mercado de Chicago en su cotización más alta desde 1996. Los problemas de producción en los países del Hemisferio Norte, como Rusia, Ucrania, Francia y Estados Unidos se sumaron a una situación de oferta ajustada y a los temores sobre lo que pueda pasar en el Sur, principalmente con Australia y Argentina.

   La campaña triguera está en marcha y, de no mediar inconvenientes, distintas estimaciones prevén que en diciembre, cuando se cosecha, se podría llegar a un nivel de producción de 14 millones de toneladas. De todos modos, “todavía falta, el cultivo fue golpeado por las heladas y los pronósticos de alta temperatura y baja humedad traen incertidumbre”, explicó Fernando Botta, de Agrobrokers.

   A diferencia de la soja, que traduce la suba de precios en un mayor ingreso de divisas muy bienvenidas por el gobierno en tiempos de turbulencia financiera, la escalada del trigo choca con el espinoso tema de la inflación. De hecho, el mercado local está intervenido a través de diferentes mecanismos, como el cierre del registro de exportaciones y el arbitraje estatal de precios de exportación y molinería.

   El saldo exportable de trigo llega a unas 9 millones de toneladas, y este sería el volumen que podría liberar la Secretaría de Agricultura si reabre el registro de exportaciones. Para Botta, “un escenario donde el trigo a nivel internacional llegue a 300 dólares, la pelea por ese volumen puede ser explosiva”. Por eso, opinó que el mercado local está pagando un precio que “descuenta un riesgo de una suba del 10% en las retenciones”. Carolina Pierabella, de la corredora Enrique Zeni, dijo que “el trigo nuevo se negoció ayer a 190 dólares”. Actualmente la exportación no puede registrar ventas y “por eso paga bastante menos que la capacidad teórica de pago”. Según el FOB del día 29 de agosto “ese valor teórico supera los 220 dólares”, señaló.