Chapelco: vértigo sobre tablas

San Martín de los Andes habilitó su centro de deportes invernales. Nieve en cantidad y nuevos servicios

Luis Emilio Blanco / La Capital

La temporada invernal que comenzó el lunes último tiene todos los elementos necesarios para convertirse en la mejor de las últimas décadas. Sucede que, aunque la apertura oficial del centro de actividades invernales del cerro Chapelco debió retrasarse por el temporal que afectó a la región patagónica la semana pasada, la gran cantidad de nieve acumulada y la amplitud de servicios disponibles, auguran meses de diversión a pleno y una gran afluencia de turistas del país y del mundo.

“La última nevada intensa que tuvimos fue en el invierno de 1995”, recordaron los pobladores y los principales operadores turísticos de la ciudad, aunque aseguraron que no fue tan copiosa como la de la semana pasada. “Aunque nos trajo algunos problemas como la interrupción del tránsito y los cortes de energía, estamos muy contentos porque es sinónimo de una excelente temporada invernal”, explicaron.

San Martín de los Andes es una ciudad de alrededor de 40 mil habitantes que se emplaza en un valle ubicado a unos 440 kilómetros al sudoeste de la capital neuquina, a orillas del lago Lácar. Su distrito de 14 mil hectáreas es sede de la Intendencia del Parque Nacional Lanín, una de las áreas protegidas más importantes del país.

Si bien nació como una villa de explotación maderera a fines del siglo XIX, el pueblo fue fundado por el general Rudesindo Roca el 4 de febrero de 1898, con el fin de sentar soberanía sobre la región. Así se originó la última urbe fundada en el marco de la Campaña del Desierto.

Desde hace décadas, se constituyó en el principal centro turístico de la provincia andina y no es casualidad. La belleza del lugar y sus paisajes que mutan según la estación del año, sumado a la infraestructura dispuesta al servicio del visitante y a una extensa lista de alternativas para disfrutar, hacen de la villa uno de los mejores destinos recreativos del país.

Además de los principales atractivos invernales, el esquí y el snowboarding, también se puede practicar golf, caza, pesca, deportes náuticos, treckking, andinismo, buceo, espeleología, cabalgatas, mountain bike, senderismo, campamentismo, travesías 4 x 4 y en trineo, y termalismo, con un excelente despliegue de servicios en la región.

Se agrega una variada oferta de alojamiento donde se destaca el cuidado de los mínimos detalles y la atención personalizada. Las opciones posibilitan al visitante el alojamiento dentro del casco urbano con un rápido acceso a las áreas comerciales o bien en un entorno natural entre espléndidos miradores y a orillas de arroyos de montaña. Este año la capacidad hotelera se extendió de siete a nueve mil plazas.

Las exquisiteces regionales son una verdadera tentación para los paladares más exigentes. Con estándares de nivel internacional predominan en las preparaciones gourmet los productos de la zona como carnes de ciervo, jabalí y trucha, frutas y setas del bosque, dulces de frutos silvestres, repostería casera y ahumados con maderas locales.

La mayoría de los restaurantes se ubican a lo largo de calle Villegas, paralela a la avenida central San Martín donde se encuentra el centro comercial, con comercios a la altura de las grandes ciudades y casas de venta y alquiler de indumentaria para todas las actividades propuestas.

A la hora de planificar salidas nocturnas se ofrecen pubs, discos y el casino, ubicado en pleno centro. En esta época del año se destacan en las calles principales los frutos rojos de los serbales que contrastan con el blanco níveo de la nieve y el verde de las coníferas de las laderas cercanas. La vegetación boscosa del valle está conformada por pinos, lengas, cipreses, ñires, araucarias, raulí, robles y coihues.La esmerada y refinada Arquitectura se integra delicadamente al paisaje sureño integrando con buen gusto y sapiencia, piedra y madera, una exigencia que las ordenanzas locales prevén para preservar un estilo que distingue a la ciudad.



La vedete: la silla cuádruple

Un flamante medio de elevación construido especialmente en Austria es la principal atracción de la presente temporada de esquí. La silla cuádruple desembragable de última generación, multiplica la capacidad de remonta y dinamiza las conexiones que llevan a los esquiadores desde la base hasta las pistas superiores.

La nueva concesionaria del complejo de esquí ubicado en el cerro Chapelco debuta con esta innovación, la más moderna del hemisferio sur, que sube a unos 2.200 pasajeros por hora hasta los 1.700 metros de altura, en un promedio de seis minutos y medio.   Chapelco tiene en total 11 medios de elevación —entre ellos se cuentan un teleférico con capacidad para seis personas que traslada unos 1.800 esquiadores por hora— y 31 pistas de esquí y snowboarding, con distintos niveles de dificultad.

Otra de las ventajas de este espectacular centro la otorgan las características de la base que permite que los principiantes puedan hacer sus primeras armas sin necesidad de recurrir a los medios de elevación. Para los más entendidos en este deporte hay disponibilidad de pistas negras, bumps y saltos para expertos.

Para los amantes del snowboard, Chapelco cuenta con maravillosas pistas, con sectores en donde la nieve profunda es ideal para prácticas y competencias de distintas modalidades. Las pendientes oscilan entre los 20 y 45º. La cumbre se encuentra a 1.980 metros y la superficie esquiable es de 140 hectáreas, con un desnivel no acumulado de 730 metros.

El centro de deportes tiene la misma proporción de pistas sencillas, intermedias, difíciles y para expertos. Sus áreas esquiables de recorridos armónicos, son las más densamente pobladas de bosques nativos en el mundo y las únicas del país orientadas hacia la ladera del sol.

La Organización Mundial del Turismo otorgó a San Martín de los Andes la certificación de excelencia, sólo con otros cinco destinos turísticos del resto del mundo.



Valor agregado

El maravilloso entorno natural que caracteriza a la ciudad, la cercanía del Parque Nacional Lanín y la importancia que esto implica a la hora de garantizar los recursos naturales, aportan valor agregado en la enumeración de bondades de la región como destino turístico de primer nivel.

Bosques milenarios, azules y profundos lagos de origen glaciario, balnearios, arroyos y ríos de aguas cristalinas, aire puro, flores, aves, volcanes y cascadas son parte de una abrumadora puesta en escena en la cual la naturaleza patagónica se exhibe contundente.



Spa termal Lahuen Co

Además de los clásicos circuitos turísticos como la ruta de los Siete Lagos, el lago Huechulafquen, Quila Quina, Lago Escondido, el volcán Lanín o el cerro Chapelco y las visitas a los lagos Queñi y Filo Hua Hum, entre otros atractivos, este año se habilitó un deslumbrante complejo que se erige en cercanías del río de lava El Escorial, las termas de Epulafquen, también conocidas como Termas de Lahuen Co (“aguas milagrosas”, en idioma mapuche).

Al exclusivo lugar, emplazado en el corazón del Parque Nacional Lanín, se puede acceder por vía terrestre a través de la ruta 62, también conocida como lacustre, en un velero que navega al pie del volcán Lanín, por el lago Huechulafquen. Su infraestructura y equipamiento de calidad conviven en armonía con el entorno.

El valle termal posee manantiales naturales en medio del bosque nativo, surcado de arroyos de deshielo y rodeado de lagos de origen glaciar de maravilloso encanto.

Allí se evocan las más puras tradiciones japonesas a través de la práctica de yoga y shiatzú, para despertar los sentidos a través de los baños en aguas termales naturales a distintas temperaturas, sublimes masajes para integrar el cuerpo, la mente y el espíritu además de una cuidada y saludable gastronomía.

La nieve se hizo presente en el famoso centro.