[Muestras]

La Operación Lachar

Durante diez años se fotogarfió con famosos. Ahora exhibe sus imágenes

Lila Siegrist

En 1997 Omar Lachar decide conectarse con el mundo del espectáculo y las celebridades y se propone entonces retratarse, con silenciosa gentileza, con la mayor cantidad de gente famosa posible. Diez años después, ese gesto repetido se ha vuelto colección: un archivo de fotos y reseñas que consta de aproximadamente 4.200 documentos, minuciosamente dispuestos en álbumes, y catalogados cronológicamente en 34 tomos.

El Centro Cultural Parque de España, curioso ante ese personaje que durante diez años cubre, como un cronista, las actividades desarrolladas en sus túneles, galerías y teatro, se propuso primero conocer y después dar a conocer ese archivo, pues la memoria de Lachar parecía funcionar, a su vez, como un memoria sesgada, particular, del mismo Centro, en la que se revierte la lógica de la misma programación cultural. Pues si en cada una de las imágenes lo que se ve es un personaje público acompañado por su admirador, el conjunto, en cambio, promueve el festejado “error”: el fan se vuelve personalidad, abrumando así al famoso retratado que, a su vez, pierde identidad: se vuelve una personalidad difusa en un conjunto de personalidades, y el fan, el anónimo, es quien pasa a ser único.

Es posible distinguir en Lachar la dinámica del performer o, más precisamente, la de sniggling inocuo, ya que su propuesta tiene un guión previo pensado y preciso, una acción de alta eficacia, un objetivo: cazar famosos individuales y acopiarlos en una colección. Pero no: es mejor que todo circule por fuera de las pretensiones y sospechas de las referencias.

Exterior al sistema, sin credenciales, sin ninguna razón exterior, Lachar logra acercarse a los personajes con mayor eficacia y original rigor que un cronista de la cultura y el espectáculo, y entonces, ya con una mirada retrospectiva, puede preguntarse: “¿Yo elegí a los personajes o los personajes me eligieron a mí?”.

La operación Lachar podría ubicarse en el universo alterno de los fan-fiction, donde personajes públicos vuelven a participar de una nueva historia que supera la propia y es transferida al plano imaginario, desde el absoluto amateurismo, y este vasto archivo de imágenes podría ser, entonces, la ficcionalización de la vida del propio Lachar. Y entonces este cuerpo documental se vuelve memoria, donde la alegría y la tragedia del tiempo personal pueden ser finalmente agasajadas.

En cada una de las imágenes de esta exposición, Omar Lachar está siendo cobijado por abrazos de gente ajena a su intimidad, “extraños” que lo rodean homenajeando su presencia. Pero el conjunto subvierte el mecanismo: la estampa de Lachar, gracias a su repetida y constante permanencia logra legitimarse y por allí circula su desconcertante intensidad.



Del 5 al 8 de agosto en las Galerías del Centro Cultural Parque de España.

Las celebridades y yo. Omar Lachar con Luis Novaresio y Liliana Herrero, dos figuras en su colección.