Lifschitz quedó conforme y Cavallero espera descontar

Para el intendente de la ciudad, Miguel Lifschitz, la jornada electoral del domingo “lo dejó muy contento” y vaticinó que la ventaja que le sacó a Héctor Cavallero, su rival en la elección del 2 de septiembre, “va a ser imposible de descontar”.

“Estoy muy contento porque esta era una elección muy complicada para nosotros porque se realizó con un sistema donde la gente no tiene demasiada práctica”, dijo Lifschitz esta noche, cuando ya los resultados conocidos lo hacían sentir un seguro ganador de la contienda, incluída la de septiembre.

El indentedente agregó que “el resultado realmente ha sido muy contundente: 51 y pico para nosotros, el Frente Progresista, contra 27 puntos del Frente para la Victoria, una diferencia de casi 24 puntos, una diferencia muy difícil de descontar”.

Héctor Cavallero, en cambio, puso en dudas los porcentajes obtenidos por uno y otro salidos de la boca de Lifschitz, y consideró que “no va a ser difícil alcanzarlo” en septiembre.

“Nada es imposible. Lo indescontable no existe, y aunque de todas maneras fuera así (como dice Lifschitz) lo vamos a descontar y le vamos a ganar, que no le quede ninguna duda”, afirmó Cavallero, quien ya gobernó Rosario durante dos períodos consecutivos.

Finalmente afirmó: “Le vamos a ganar la municipalidad de Rosario, porque le hace falta a la gente que ganemos nosotros y cambiemos la orientación para que la obra y los servicios públicos se incluyan para todos por igual en la ciudad”.

Lifschitz fue, de todos los principales candidatos, casi el último en votar, ya que lo hizo, “por cábala” pasadas las 17 en una mesa ubicada en el colegio Politécnico.

El intendente socialista se había mostrado confiado en obtener “un fuerte respaldo” a su gestión en estas internas abiertas, que tomó como “un calentamiento” de cara a las generales del 2 de septiembre. “Aspiramos a contar con un incremento en el número de votos dentro de dos meses”, dijo apenas cerrados los comicios.