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domingo,
01 de
julio de
2007 |
Un sistema que deja afuera a los más chicos
“El sistema de producción y comercialización deja a muchos productores en situación de indefensión ante las maniobras de los comerciantes de la región y representantes de firmas exportadoras. Ello significa una degradación económica del productor y su familia, además de provocar la migración de los jóvenes a la ciudad. Así, se pierde la continuidad generacional y se reduce al número de productores”, explican los miembros de la Federación de cooperativas sureñas
Pero al mismo tiempo, los dirigentes explican que “todo lleva al hacinamiento en las ciudades, el empobrecimiento, marginalidad y concentración de las tierras”.
Ante esa situación se levanta el trabajo colectivo de la gente del lugar, donde seis cooperativas se cobijan en Fedecorsur. Se trata de la Ganadera Indígena; la de Provisión, Comercialización Agropecuaria y Consumo, Kile Ain Kazau; La Colmena; la Nueva Esperanza; y la de artesanía Zuen Mapuche. Todos marcharon a Plaza de Mayo el jueves pasado.
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