La quema de votos, con aroma a polémica

Javier Felcaro / La Capital

La quema de boletas electorales a manos de la Asamblea de Vecinos de Nuevo Alberdi y Cristalería, portavoz de la queja de afectados por la última inundación en Rosario, dejó una estela de controversia. Sin embargo, para la politóloga María de los Angeles Yanuzzi, los votos en llamas tienen un trasfondo: “Un grupo de marginados sociales que es invisible y que recurre a actos con impacto para hacerse notar”.

   La polémica convocatoria del viernes pasado tuvo como premisa rechazar la “utilización política” de la catástrofe pluvial, luego de que estallara el debate por los resarcimientos en efectivo. “Hay una primera situación de conflicto: en las villas los censistas no entraron o no sondearon a todos. Fue como si se aceptara ayudar a una cantidad muy limitada, quedando muchas personas afuera y sin entender bien por qué”, diagnosticó Yanuzzi ante La Capital.

   Luego reprochó que, frente a ese problema inicial, “todos los sectores del Estado hicieron la vista gorda”, razón por la cual, y considerando el período político por el que atraviesa la provincia, advirtió que los damnificados “quedaron atrapados y, consciente o inconscientemente de ello, pueden ser usados de cualquier lado”.

   Tras admitir que medidas como los cortes de calle “molestan a mucha gente”, la docente e investigadora de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) aseguró que “es ahora cuando uno necesita de los políticos, para que esos sectores sean considerados y obtengan una respuesta a sus demandas sin tener que andar quemando votos”.

   Yanuzzi estimó que, si bien la situación social dista de los convulsionados 2001 y 2002, “la profunda crisis de legitimidad no se subsanó por completo ya que hay determinadas figuras que mínimamente concentran adhesión, pero es algo todavía muy precario”.

   “En cualquier momento, si la dirigencia sigue planteando los mismos tics, nos encontraremos con una nueva crisis”, enfatizó la experta, para la que “es fundamental que entiendan que hay que cambiar el modo de hacer política e incluir al marginado, no sólo a través de planes especiales sino desde formas de trabajo para que ellos mismos salgan de la situación marginal”.

   Respecto de la quema, sentenció: “No me impactó. Indudablemente, quisieron dar un mensaje desesperado porque hay un problema real. Aunque ignoro si el mensaje llegó así a todos”.