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domingo,
01 de
julio de
2007 |
Cumplir el sueño de trabajar
Ya no son niños y van en busca de mayor autonomía, por lo que tener trabajo parece indispensable. Lograrlo no les fue nada fácil. Son seis jóvenes formados en Un Lugar para Aprender, un centro educativo terapéutico para niños y adolescentes con necesidades educativas especiales. El programa que los ayudó a conseguir un puesto en Falabella y Mc Donald’s bajo la forma de “empleo con apoyo” lleva ya diez años en Rosario.
“Al momento del egreso aparecían grandes preguntas: ¿cuándo se van a ir? ¿y a hacer qué en la vida?”, recuerda la psicóloga Adriana Wilson, coordinadora del proyecto.
Así comenzó una ardua formación laboral para algunos alumnos a través de experiencias concretas de trabajo. Las primeras fueron en el entonces bar de la costa Aux Deux Magots. Luego vinieron pasantías. Por ejemplo, en los patios de comidas del supermercado Reina Elena.
Con la fundación Discar apareció la oportunidad de entrar a un programa de “empleo con apoyo” efectivo en empresas, en condiciones lo más similares a las de cualquier trabajador, con sueldo, acompañamiento inicial y monitoreo constante.
Así entraron Luciano Graziutti, Guillermo Díaz y Mario Quiroga como repositores a Falabella; y Manuel Calvo, Cecilia Alloatti y Susana Grisolía en tareas de limpieza y cocina a Mc Donald´s. Los chicos de Falabella acomodan y reponen mercadería. “Al principio me costó, hasta que le agarré ritmo”, confiesa Luciano. Los que trabajan en Mc Donald´s tienen síndrome de Down. Se ocupan de trasladar bandejas y de limpiar.
Manuel, que antes trabajó en Panambí y en un patio de comidas, lleva allí 9 años. Su sueldo va al banco. “Después me voy comprando cosas”, dice. Cecilia cuenta que con esa plata se compró “un aparato de gimnasia”. En cambio, a Susana su papá se la ahorra en una mutual.
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