El transporte escolar sigue sin cinturones de seguridad

A tres meses de sancionada la ordenanza, son muy pocas las unidades que los incorporaron

Andrés Abramowski / La Capital

A tres meses de sancionada, la ordenanza que implementa los cinturones de seguridad en los transportes escolares se cumpe en función de las posibilidades de los dueños de las unidades. Y se estima que las combis se adecuarán tras las vacaciones de invierno porque los transportistas usarán el receso para hacer las reformas.

   Según los plazos de la ordenanza, estos vehículos ya deberían circular con asientos con apoyacabezas y cinturones. Pero el municipio convino con los transportistas flexibilizar las reformas de acuerdo a cada caso. “La idea no es cumplir por cumplir, sino que las refacciones sean viables y duraderas”, explicó el director de Transporte, Ignacio Iñiguez.

   Se calcula que una butaca con cinturón de seguridad cuesta 250 pesos. Sobre esta base, los transportistas estiman que las reformas insumen entre 3.000 y 6.000 pesos, según las dimensiones del vehículo. “Pero están permitiendo alternativas más baratas. Por ejemplo, en vez de butacas con apoyacabezas, se pueden reforzar los asientos enteros haciéndolos más mullidos, sin bordes filosos y subiendo los respaldares”, contó Estela, parada frente al Normal 2.



Alternativas. Por ahora, hay transportes que ya adaptaron parte de los asientos con cinturones. “Hay muchas combis con butacas que lo único que tienen que hacer es poner los cinturones. En esos casos ya se exige la ordenanza”, indicó Iñiguez. Cada transportista deberá mostrar las reformas en la próximarevisión técnica.

   “Hay camionetas con banquitos enteros muy bien hechos y no se justifica cambiarlos. Esas cosas se resuelven en la inspección”, graficó Adrián Barrile, de la cámara que agrupa a transportistas, quien sintetizó la opinión del sector: “No nos oponemos al cambio, sólo pedimos tiempo”.



¿Y el tránsito? Entre los fundamentos de la ordenanza se apelaba al aumento de los accidentes de tránsito urbanos. Pero más allá de defender la escasa accidentología en el transporte escolar, algunos choferes expresaron cuáles son los riesgos que no se solucionan con estas reformas.

   “Esto no soluciona cuestiones más inseguras. Para los chicos lo más peligroso hoy es cruzar la calle, los autos no te dan paso ni en la senda peatonal. Y tampoco se respeta la línea anaranjada”, se quejó Silvina.

   “Estoy de acuerdo, pero no es suficiente. El 50 % de los alumnos sigue viajando en colectivos de línea y no van ni sentados. Si quieren regular la seguridad de los chicos no se puede pensar sólo en el 25 % que usa transporte escolare”, advirtió Diego, mientras sus pequeños pasajeros se agolpaban para salir en la foto.

Los choferes piden tiempo para adecuar los vehículos.