Garcé no seguirá en Central

Pablo Scarabino viajará hoy a Buenos Aires. El propósito: encontrarse con Carlos Ischia. La reunión puede ser esta tarde o mañana a primera hora y allí el presidente le comunicará al técnico que varios jugadores deben irse, entre ellos Ariel Garcé, el único que se reunió con la dirigencia y que tiene en claro que no seguirá en Central. El DT apenas podría hacer fuerza por alguno para que se quede y en esa lista acotada estaría Juan Manuel Azconzábal.

Ischia dijo que quería retener a todo el plantel pero será imposible porque los sueldos de varios de los jugadores que deben discutir sus contratos están fuera del alcance del presupuesto que tendrá Central para la próxima temporada. Así que la incidencia del técnico será mínima. Inclusive, antes de su encuentro con Scarabino, ayer comenzó la ronda de negociaciones y el primero que se sentó a la mesa fue Ariel Garcé.

El Chino, junto a su representante Esteban Kreig, se reunió en la mañana de ayer con el protesorero Jorge González, un abogado y otra persona vinculada a la dirigencia. Allí le habrían reconocido como válido el contrato firmado con los ex directivos, donde se hizo uso de la opción por su pase y se lo liga al club con un contrato por dos años, pero también le remarcaron la imposibilidad de cumplirlo.

Garcé esperará hasta el viernes a más tardar por una contraoferta a la que se habrían comprometido los mencionados representantes de la comisión directiva, pero con la certeza de que será muy inferior a la que ya le acercaron Colón, Independiente, Racing y Banfield, razón por la cual no la aceptará. El Chino estará dispuesto entonces a deshacer dicho contrato y quedar en libertad de acción.

Al único que podría salvar el técnico es a Azconzábal, a quien Ischia ya le dijo que lo quería en el plantel y además está instalado con su familia en Rosario.

De todas formas, el Vasco sólo recibió una señal del técnico ya que la dirigencia no se acercó aún a negociar con él. El defensor esperará como mucho hasta el viernes para decidir su futuro ya que, aunque está cómodo en la ciudad, pone en la balanza las ofertas que recibió de Banfield y de Chicago, aunque esta última será válida si el club de Mataderos sigue en primera.

Leonel Ríos tampoco seguiría en el club. Firmó un préstamo por un año pero con una cláusula para rediscutirlo o rescindirlo a los seis meses. Y el Toti no aceptaría la rebaja que se le ofrecería en caso de que Ischia quiera retenerlo sí o sí, algo improbable.

Christian González hasta ahora no emitió opinión tras las declaraciones de Scarabino de que debía aceptar una sensible rebaja salarial y su decisión es una incógnita. En el entorno del presidente están convencidos de que se irá.

En tanto, por Roberto Acuña y Yovanny Arrechea la dirigencia no tendría en cuenta qué dirá Ischia. El paraguayo tiene contrato hasta junio de 2008 y el colombiano hasta diciembre, y a ambos se buscará rescindirlos. Habrá que ver cuál será la disposición de la otra parte.

Mientras que a Gonzalo Belloso y Hernán Castellano, si Ischia los quiere, se les reducirán sus contratos para que puedan seguir, aunque esto también podría alejar al delantero.

Central se reduce. Scarabino tratará de cumplir al pie de la letra los mandatos de la jueza Liliana Giorgetti. Y eso significa que inexorablemente la escoba pasará por el plantel. Garcé parece ser el primero.

Buscado. El Chino recuperó imagen en Central y lo quieren varios.