Macri vuelve a centrar la campaña sin agresiones

Luego de haber entrado en la discusión ideológica que le propuso el gobierno, Mauricio Macri, amplio vencedor de las elecciones porteñas, regresó ayer a su tradicional campaña de perfil municipal.

Después de los repetidos golpes del presidente Néstor Kirchner, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, pronosticó ayer que si Macri gana el ballottage sus políticas públicas provocarán "daño" en la ciudad.

A diferencia de su reacción del jueves, cuando recordó el paso por el gobierno menemista de funcionarios kirchneristas, Macri evitó ayer contestar y retomó su táctica de corte local.

En ese sentido, el candidato de PRO argumentó que la respuesta de anteayer no significaba "un cambio de estrategia electoral", sino "algo que es obvio, porque ellos siempre estuvieron en política y nosotros no estuvimos hasta ahora".

Macri opinó que "la gente no quiere campaña sucia, sino propuestas, convivencia y respeto. Quiere el cambio que viene de la mano de la no agresión y de la no campaña sucia".

"Yo no agredo, no digo las cosas malas que han hecho", afirmó durante un acto convocado frente a una farmacia del barrio de Chacarita, que fue robada en más de 200 ocasiones, para desarrollar su propuesta sobre seguridad, en el marco de su eslogan de presentar un proyecto por día hasta el día del ballottage.