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sábado,
02 de
junio de
2007 |
Frustrado fugitivo de la cárcel terminó con los tobillos quebrados
Juan Alberto E., un interno de la Unidad 3 de Zeballos y Ricchieri, se quebró ambos tobillos cuando saltó de unos cinco metros de altura en su intento de fugarse de esa prisión junto a un compañero el jueves a la tardecita.
El intento de huida fracasó. Alertada la guardia, y mientras se realizaban disparos intimidatorios, los detenidos debieron arrojarse desde unos cinco metros a un patio interno del penal. Juan Alberto se quebró los dos tobillos y fue recapturado junto a su compinche en la fuga, quien resultó ileso. “Es un milagro que al saltar no se hayan matado”, comentó una fuente del Servicio Penitenciario provincial.
Todo ocurrió el jueves pasadas las 18.30. Los disparos de Itaka alertaron a los vecinos que algo fuera de lo normal pasaba en la Unidad 3. Y la llegada de una decena de patrullas terminó de despejar las dudas. “Hubo un intento de fuga y están haciendo el recuento”, dijo uno de los policías de guardia en el lugar.
Afuera del perímetro algunos penitenciarios estaban alertas con sus armas largas. Pudo saberse del intento de fuga de dos internos por la garita de control Nº 4, en la esquina de Ricchieri y Montevideo, y de los dos internos que trataron de descolgarse con sábanas anudadas. Al ser descubierta la huida por los guardias, los internos volvieron sobre sus pasos y uno de ellos terminó con los tobillos quebrantados.
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