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martes,
29 de
mayo de
2007 |
Documental “Río Arriba” logró récord de permanencia de 16 meses en cartel
Buenos Aires.- El documental “Río Arriba”, que denuncia el drama que sufren las comunidades kollas en Salta frente a la destrucción de su cultura, logró un récord de permanencia de 16 meses en cartel y se seguirá proyectando este mes en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), se informó hoy.
La opera prima de Ulises de la Orden, que se estrenó en enero último en el Malba, seguirá exhibiéndose en el auditorio de ese museo ubicado en la avenida Figueroa Alcorta 3415, todos los sábados, a las 18.30, y los domingos, a las 20.
“La película cuenta qué pasó con las tierras y la cultura de las comunidades kollas cuando los llevaron a trabajar a la zafra de la caña de azúcar”, afirmó De la Orden, quien estructuró el filme como un viaje personal y subjetivo, en el que él mismo está involucrado como bisnieto de un inmigrante que explotó un ingenio azucarero.
Premiado en el VI Festival Nacional de Cine Documental, el II Festival de Cine y video Latinoamericano de Buenos Aires y el Festival de Toronto (Canadá), el filme advierte sobre la forma en la que el progreso impuesto por la cultura occidental a principios del siglo XX acentuó la desculturización de las naciones Kolla y Aymará.
El documental fue rodado por De la Orden y un pequeño grupo de técnicos en escenarios naturales y editado al ritmo de la música original del maestro humahuaqueño Ricardo Vilca.
“Me propuse cuestionar la noción de progreso”, aseguró el cineasta, y explicó: “Se habla de progreso y desarrollo como algo indiscutible, pero lo cierto es que todo lo que era sinónimo de progreso ya no existe más. Yo me pregunto: progreso para quién, para qué y con qué sentido”.
“Río arriba” muestra el viaje que emprendió De la Orden hasta Iruya, una localidad salteña ubicada a 90 kilómetros de Humahuaca, donde la comunidad kolla lucha por mantener viva su cultura, sus fiestas religiosas y su forma de vida milenaria, pese al desgaste y la explotación que sus miembros sufrieron en los ingenios azucareros. (Télam).-
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