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martes,
29 de
mayo de
2007 |
Exigen frenar los nuevos permisos de edificación en el área central
Los vecinos llevaron esta medida a la audiencia de ayer por la reforma del Código Urbano. El debate dejó al desnudo las divergencias que produce el boom de la construcción
Isolda Baraldi y Lucas Ameriso / La Capital
No otorgar más permisos de edificación, dejar en stand by los que están en trámite y que sólo sigan adelante los que ya se aprobaron. Esas fueron las propuestas de los vecinos que más se aplaudieron ayer a la tarde en la audiencia pública por la reforma del Código Urbano. Cómo se presumía, el debate en el teatro La Comedia fue caliente aunque se mantuvo respetuoso durante toda la jornada. Los argumentos expuestos por los protagonistas del boom de la construcción -Colegio de Arquitectos, cámaras inmobiliarias y el gremio afín, entre otros-, chocaron de frente con la exigencia de vecinos y ambientalistas de "frenar" las obras hasta tanto se haga un estudio de impacto ambiental y se debata el futuro de la ciudad. Desde el municipio advirtieron que la medida podría ocasionar cataratas de juicios.
El Código Urbano data de 1967, y muchos opinan que quedó obsoleto. El municipio trabajó en dos proyectos que abundan, sobre todo, en las alturas de los futuros edificios en el microcentro y primer anillo perimetral, 27 de Febrero, Oroño, Francia y Tucumán.
La audiencia fue abierta por el intendente Miguel Lifschitz que prometió tomar el tema "con prudencia y responsabilidad" (ver aparte).
Dos voces
Después se escucharon dos planteos diametralmente diferentes Los vecinos muchos de ellos especialistas en medio ambiente y urbanismo pidieron que no se autoricen nuevos permisos de edificación y que queden pendientes los trámites que no fueron aprobados Incluso se llegó a pedir la realización de una consulta popular sobre el tema
En tanto, desde las constructoras, gremios y profesionales defendieron a rajatabla la actividad y advirtieron que cualquier freno o incluso restricción "pueden producir impactos negativos" socioeconómicos. En rigor, hicieron hincapié en la posibilidad de la caída del empleo, y un aumento "desmesurado" de los precios del alquiler y la compra de inmuebles.
La secretaria de Planeamiento, Mirta Levin, al final de la jornada destacó la participación de todos los sectores y en especial la de los rosarinos. "Fue una verdadera muestra de democracia. Realmente me sorprendió la calidad y la cantidad de vecinos discutiendo sobre un tema complicado como este. Quedó en evidencia que los rosarinos quieren pensar su ciudad a futuro", remarcó la funcionaria.
Sin embargo, descartó la posibilidad de frenar las autorizaciones de edificación, que podrían acarrear "cientos de juicios" contra el municipio.
Defensa acérrima
Mario Ulanosky referente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda AEV criticó las reformas propuestas al código Hace décadas que no se construye en el microcentro y en el resto del área aseveró el especialista Más aún Ulanosky advirtió que las restricciones sólo aumentarán los precios de las viviendas por la escasa oferta de terrenos y la suba se trasladará a alquileres y gastos centrales amén de que pronosticó la caída del empleo en el sector
Estos argumentos fueron rebatidos por los vecinos que recordaron que el boom de la construcción fue acompañado por la suba de los precios tanto de los alquileres como de los inmuebles. Pero sobre todo hicieron hincapié en el "interés colectivo de una urbanización pensada y no el individual o de un sector".
"Que se pare todo hasta que se haga un estudio de impacto ambiental completo. Acá no hay marcha atrás, ya hay problemas serios con la infraestructura, el recalentamiento de la ciudad que se va agravando. Además el boom no resuelve el déficit habitacional", dijo Mónica Romero, 44 años, doctora en Ingeniería, que vive en La Paz al 1200.
La mujer hizo hincapié en que los vecinos están preocupados porque ven deteriorarse "día a día" su calidad de vida. "Es nada más y nada menos que nuestra única vida, y estamos sometidos a los ruidos, a la falta de sol, a la desvalorización de nuestras viviendas, a la contaminación sonora y visual", remarcó.
En la misma dirección se expresaron Jorge Alvarez (64 años) de Alem y La Paz, y Nélida de Rico (57 años) de Italia al 200. "No participo por un interés particular sino general, la mayoría de la gente todavía no se preocupa porque los impactos ambientales negativos no se ven en lo inmediato", argumentó Alvarez mientras de Rico asentía.
Los testimonios de vecinos agrupados por barrios se sucedieron como en cadena y cada expositor dio cuenta de "la importancia" en pensar la ciudad a futuro. Con espacios verdes, con posibilidades de vivienda para solucionar el déficit habitacional, y en defensa de la calidad de vida de todos los vecinos por igual, los del centro y los que eligieron vivir en los barrios.
Así los pro y los contra de una construcción urbana incesante quedaron expuestos frente a tres consultores externos. Los mismos darán un impresión preliminar a Levin pasado mañana y luego de esa instancia se hará un proyecto contemplando todos los aportes para remitirlo al Palacio Vasallo. El futuro urbanístico del centro y macrocentro tendrá un largo recorrido hasta que haya un nuevo Código Urbano.
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Fotos
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Levin, Lifschitz y Zamarini fueron los encargados de abrir el debate sobre el nuevo Código Urbano que fijará las características edilicias del centro y el microcentro.
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