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 martes, 22 de mayo de 2007  
Viajeros del Tiempo ©
Rosario 1905/1910

Por Guillermo Zinni / Fuente: La Capital

Un garito a la siciliana. Varios empleados de Investigaciones sorprendieron ayer un garito en pleno funcionamiento, en la esquina de Tucumán y Balcarce, casa de Pedro Masoliche. Allí fueron detenidos, además de su propietario, los individuos José Sotelo, Aurelio Timanaro, Aurelio San Filippo, Francisco Roselli, Vicente Macoroni, Pedro Romano, José Ferrera, Bluso Zanozio, Giuseppe Masurco, Juan Rodizzo, Salvatore Aiosco y Lucio Bositeri. Se secuestraron dos revólveres cargados, una navaja, naipes y algún dinero. Dato curioso: a pesar de ser los detenidos todos sicilianos, estaban jugando al monte criollo. “¡Vente pesi a la cabalo!”, “¡cinque a la sota!”, etcétera.

Automóviles y “chaufeurs”. La oficina de Tráfico Público municipal hizo gestiones para el cumplimiento de la ordenanza que reglamenta la circulación de automóviles y el ejercicio de “chaufeur”. Hasta ahora, los primeros transitaban sin la numeración obligatoria y los segundos sin libreta ni certificado oficial de competencia.

Momo y la incultura. Estando próximas las bulliciosas fiestas del carnaval, que vanamente tratan algunos de hacer desaparecer, se vuelve a imponer en el Rosario el tema de la cultura pública. La prensa y la sociedad toda pone reparos a tiempo, pero llegada la hora, la decencia siempre encuentra sitio donde esconderse y las familias se ven privadas cada año de toda diversión honesta. Y hasta la misma libertad de salir a la calle o de pasear por el corso se encuentra impedida porque esos lugares se han convertido en sitios de escándalo y de injurias más o menos graves donde abundan los espectáculos repugnantes y las guaranguerías. Es hora de decir: ¡Basta de agua y basta de escándalos que ni la careta de Momo pueden disculpar!

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