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martes,
22 de
mayo de
2007 |
Lula relanza la energía nuclear en Brasil
Río de Janeiro.— El presidente de Brasil, Lula da Silva, decidió finalizar la construcción de la central nuclear de Angra-3, suspendida desde hace décadas, y reactivando así el programa nuclear civil brasileño.
Según el diario Valor Económico, la decisión fue tomada hace cerca de un mes en una reunión del mandatario con unos pocos ministros, y será formalizada en la próxima reunión del Consejo Nacional de Política Energética (CNPE), probablemente a mediados de junio.
La planta Angra-3 forma parte de un acuerdo de cooperación nuclear firmado entre Brasil y Alemania en 1975 que contemplaba la construcción de ocho plantas atómicas, de las cuales hasta hoy sólo una llegó a ser terminada. Un informe de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN) elevado al gobierno apoya la conclusión de las obras, destacando que el mundo vive una etapa de “renacimiento” del sector nuclear, ante las evidencias de que es una fuente de energía que contribuye mucho menos que las otras al calentamiento global.
Para 2012. El proyecto de Angra-3, cuyo costo es estimado en 7.200 millones de reales (unos 3.670 millones de dólares), prevé que la central atómica construida en el exclusivo balneario de Angra dos Reis, en el Estado de Río de Janeiro, entraría en operación a fines de 2012, dos años después del término del segundo mandato de Lula.
Estudios del gobierno sostienen que la nueva planta, con capacidad para producir 1.350 megavatios, elevaría a entre 4 y 5 por ciento la participación de la energía nuclear en la matriz energética brasileña, que hoy es de sólo 1,5 por ciento. Según el diario Valor Económico, en la próxima reunión del CNPE el gobierno buscará superar las resistencias de los ambientalistas presentando un proyecto para el almacenamiento de los desechos atómicos elaborado por el presidente de la empresa estatal Eletronuclear, almirante Othon Pinheiro Silva.
Uranio para 500 años. El proyecto contempla la realización de licitaciones en las que se definirían compensaciones financieras para los municipios que acepten recibir la basura nuclear, almacenada en contenedores blindados.
Los defensores del proyecto sostienen que la conclusión de las obras de Angra-3 representa una forma de aprovechar las reservas de uranio del país, que alcanzan a 310.000 toneladas confirmadas, pero podrían superar las 800.000 toneladas. “Tenemos mineral de uranio para alimentar las tres plantas nucleares (Angra-1, Angra-2 y Angra-3) durante 520 años”, afirmó el ministro de Ciencia y Tecnología, Sergio Rezende.
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