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martes,
22 de
mayo de
2007 |
“Fue muy extraño y conmovedor decirle adiós al Capitán Sparrow”
Johnny Depp reflexionó sobre el final de la trilogía de “Piratas del Caribe” y sobre su personaje. La tercera parte, titulada “En el fin del mundo”, se estrena mañana en los cines rosarinos
Johnny Depp regresa mañana a los cines rosarinos en la esperada tercera parte de una de las películas más exitosas de todos los tiempos, “Piratas del Caribe”.
En 2003 fue “Piratas del Caribe: la maldición del Perla Negra”, protagonizada por Depp junto a Keira Knightley y Orlando Bloom; en 2006 “Piratas del Caribe: el cofre de la muerte”, que copó las boleterías en 2006 convirtiéndose en el tercer filme más exitoso de todos los tiempos, y ahora es el turno de “Piratas del Caribe: en el fin del mundo”.
Depp, de 43 años, encarna en la saga al adorable bandido Capitán Jack Sparrow, basado en parte, según él mismo admitió, en uno de sus héroes, el guitarrista de los Rolling Stones Keith Richards, quien aparece en persona en esta tercera parte de la historia.
Considerado universalmente como uno de los actores más versátiles de la actualidad, Depp forjó una carrera tan impredecible y sorprendente como su personalidad. Sólo basta mencionar algunos de sus trabajos para entender la vasta gama de personajes que interpretó: el joven fantasioso y limítrofe de “Juan DeMarco”, al gitano en “Chocolate”, al narcotraficante en “Blow”, al peor director de cine del mundo en “Ed Wood” , a los sufridos personajes en “El joven manos de tijeras” y “¿A quién ama Gilbert Grape?”, al periodista gonzo Hunter Thompson en “Miedo y asco en Las Vegas” o al investigador Ichabod Crane en “La leyenda del jinete sin cabeza”.
Depp, quien acaba de rodar en Londres “Sweeney Todd”, un musical para el director Tim Burton, se tomó su tiempo para reflexionar sobre su Capitán Jack y sobre la finalización de la trilogía de “Piratas...”: “Si bien terminamos la tercera parte hace más de medio año, todavía estoy como inmerso en ella, no tomé distancia, pero en general, es una reflexión positiva: amo la experiencia, que fue buena aun en sus momentos más agotadores. Muy excitante”.
El actor consideró que rodar la trilogía fue una tarea agotadora más que nada desde el punto de vista físico. “Fue bastante intenso, por ejemplo cuando estuvimos en Dominica —dijo—. Y a veces, había momentos en los que el mar estaba bravo, lo que no le caía bien al equipo: había personas que tomaban diferentes colores verdosos. A mí mo me molestaba; el mar no me hace nada”.
Johnny Depp también se refirió a cómo fue su día final como Jack Sparrow. “Fue uno de esos momentos que, para posponerlos, uno hace cualquier cosa. Recuerdo que fui con Gore (Verbinski, el director) y él dijo: «Creo que ya tenemos todo, pero ¿quieres hacer otra toma?» Y yo le contesté: «Sí, sí, hagamos otra. Déjame probar?» Y cuando terminamos, le pregunté: «¿Estás seguro de que no hay nada más para filmar?». Fue muy extraño y conmovedor decirle adiós al Capitán Sparrow luego de haberlo sido por muchos meses”. Depp recordó que aquel día se encontraba en un estudio al norte de Los Angeles. “Una de las últimas cosas que filmé fue una escena en la que Jack hasbla consigo mismo; un diálogo entre el bien y el mal”.
El actor contó además que el equipo de filmación y el mismo Gore, después de la última toma, reunieron un bello collage de fotografías que el mismo Depp firmó. Hubo una gran torta y champagne. “Fue muy conmovedor: era como que todos le estábamos diciendo adiós al Capitán Jack en ese momento”, rememoró.
Depp no cree que el pirata Jack sea el personaje de su vida pero sí señaló que aportó muchas cosas buenas a su propio mundo y al de sus “niños”. “Siempre guardaré por él un cariño especial”, señaló.
“Muy cool”. Sobre la participación en el filme de Keith Richards, el actor opinó: “Fue grandioso, él estuvo muy cool, pero no sólo para mí sino para todo el equipo. Fue algo especial: verlo a Keith Richards llegar a trabajar, preparado, bello, a las siete y media u ocho de la mañana fue increíble. El es un tipo totalmente ajeno al mundo de los actores, pero ¡qué profesional!, llegó y nos mató. Impresionante y adorable. Este equipo estuvo trabajando desde 2002, cuando hicimos la película inicial, y esta fue la primera vez que vi a todos juntos en el set: en lugar de doscientas personas había más de quinientas. Todos tratábamos de espiar al maestro”.
“Creo que Richards estuvo cuatro o cinco días en el set. Sé que hubo montones de especulaciones y extraños informes que no son ciertos, pero él estuvo increíblemente sabio al respecto. Creo que nunca antes había hecho una película, ya que decía: «Entonces me paro aquí, digo esto y luego voy allí a hacer esto otro». Luego de dos tomas, Gore ordenaba: «¡Okey, la próxima!» Comencé a llamarlo Richards Dos Tomas”.
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Para Depp, fue increíble ver a Keith Richards llegar al set.
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