|
sábado,
12 de
mayo de
2007 |
Un oficial mató a su compañero de patrulla y se suicidó
Gustavo Orellano / La Capital
Casilda.- Un oficial de policía mató accidentalmente a un compañero de patrulla al escapársele un tiro y luego se quitó la vida. El fatal episodio enlutó y generó conmoción en la Unidad Regional IV donde prestaban servicio los dos uniformados fallecidos.
El hecho ocurrió a las 3 de ayer cuando el oficial Juan Romero, de 28 años, y el agente Javier Patat, de 25, patrullaban la ciudad en una camioneta Ford Ranger junto al agente Carlos Quintana, quien fue testigo del fatal suceso. Los efectivos habían culminado un control de rutina en la vía pública y cuando subieron al móvil para continuar con sus tareas de vigilancia el destino les jugó una mala pasada.
Accidental
Según voceros de la Jefatura casildense mientras circulaban por calle Fray Luis Beltrán y Lavalle a Romero se le escapó un disparó que impactó en la cabeza e hirió de muerte a Patat quien conducía el vehículo En medio de la desesperación la patrulla siguió su marcha y recién se detuvo a unos 200 metros en cercanías del hospital San Carlos
En el trayecto, Quintana, quien iba en el asiento trasero, tomó el control del volante y Romero logró correr del acelerador el pie de Patat para frenar el vehículo. Al descender y ver que su compañero de trabajo y amigo estaba muerto, Romero decidió suicidarse con su arma reglamentario al lado del móvil, a pesar de que Quintana intentó evitarlo.
Romero quedó tendido sobre el pavimento mientras que Quintana trasladó a Patat al hospital San Carlos, donde murió apenas ingresado. Su cráneo presentaba un doble orificio de entrada y salida de bala cuyo impacto también destruyó el vidrio izquierdo de la camioneta.
La causa está caratulada homicidio culposo seguido de suicidio e interviene en el caso el juzgado en lo Penal de Instrucción de Casilda a cargo de Silvia Nogueras, quien ordenó la autopsia de los cuerpos.
Amigos
Patat estaba domiciliado en Casilda y hacía dos años que revestía como policía en la UR IV Estaba casado y tenía dos hijos un nene de cuatro años y una beba de apenas 20 días En tanto Romero era oriundo de San Javier donde será velado y sepultado y hacía más de ocho años que prestaba servicio en la fuerza policial Era padre de tres hijos dos gemelas y un nene
"Ambos contaban con excelentes fojas laborales y eran muy queridos y respetados por la institución y todos sus compañeros de trabajo", aseguró el jefe de la policía casildense, Rubén Rimoldi, quien además sostuvo que "se trata de dos pérdidas irreparables". Consternado por la situación el comisario además dijo que "hoy (por ayer) es un día trágico para toda la familia policial" tras recordar que Patat y Romero "eran muy amigos y se caracterizaban por tener un gran espíritu de cuerpo".
enviar nota por e-mail
|
|
|