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sábado,
12 de
mayo de
2007 |
Un corto envión del efecto Central
No quedó expuesto por el trago amargo de la derrota, sino todo lo contrario, porque un gol que llega en el final cuando parecía poco probable, sabe a triunfo aunque signifique un empate. Pero igual, el partido opaco que jugó Newell’s anoche en Avellaneda dejó al descubierto una vez más que una victoria en el clásico no allana el camino a lo que viene después.
En los últimos 20 años, Newell’s venció en 10 clásicos y sólo ganó 2 partidos posteriores, uno de local y el otro precisamente en el Cilindro pero ante Racing. Después perdió 2 y empató 6. Y cuando anoche parecía que se le venía otro traspié encima, salvó la ropa en el intento final del santiagueño Arrieta, pero no ocultó lo dificultoso de la tarea.
Además, con la de anoche es la tercera vez que Newell’s enfrenta a Independiente tras ganarle a Central y nunca lo pudo vencer, con una derrota y dos empates. l
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