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sábado,
12 de
mayo de
2007 |
Aún siguen dulces
Los leprosos festejaron por el clásico. Pero se pelearon con los del rojo
El empate de Arrieta en el final los dejó pipones, pero hasta ese instante los hinchas leprosos que coparon anoche el Cilindro de Avellaneda lejos estuvieron de enroscarse en los reproches. Es que estuvieron muy dulces con la victoria en el clásico sobre Central y en todo momento tuvieron una postura de agradecimiento. Eso sí, la nota además fue que sepultaron la amistad con sus pares de Independiente.
Los casi 5.000 hinchas que ocuparon casi el 70 por ciento de la cabecera del Cilindro comenzaron a cantar desde la reserva y no pararon nunca, ni aún cuando el empate parecía imposible. Y la mayoría de las canciones fueron para celebrar el triunfo ante Central. Los leprosos se mostraron exultantes siempre y les agradecieron a los jugadores la entrega que tuvieron para quedarse con el derby rosarino.
Esa fue una constante, pero en el transcurso del primer tiempo, de manera imprevista, comenzaron a agredir verbalmente a los hinchas de Independiente, sepultando así la amistad entre ambas parcialidades.
Los leprosos les reclamaban a los rojos la supuesta buena relación que habrían forjado con los de River y la respuesta fue el reproche de la supuesta buena relación que los de Newell’s forjaron con los de Boca. Así, el cuestionamiento mutuo llevó a tildar a unos y otros de traidores, resquebrajando aún más los lazos ajados después de que Independiente venciera al entonces equipo de Gallego en la última fecha del Apertura 2004, aunque pese a eso salió campeón. l
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