Los maestros santafesinos se suman a la Marcha de los Chicos

Alfredo Montenegro / La Capital

Los siete ómnibus que desde Misiones bajan hacia Buenos Aires llevando 400 chicos y 50 educadores buscan “atravesar, además del país, a la conciencia”, dice Diego Chichizola, uno de los organizadores de la Marcha de los Chicos de los Pueblos que arrancó en Misiones el 7 de mayo pasado. “El país debe cuidar de la infancia, no cuidarse de ella”, resalta el educador popular.

   Mientras la caravana de pibes transita las rutas, la educación también marcha. “Cada chico viaja con sus referentes docentes, quienes aplican propuestas pedagógicas durante el trayecto”, dice el miembro de Pelota de Trapo y del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, coordinado por Alberto Morlachetti.

   En tanto, Marcelo Matías, de la asociación civil Chicos, rescata el trabajo realizado por su organización en Rosario: “Coordinamos comedores infantiles, jardines de infantes y no nos quedamos en abrazar a unos cincuenta chicos, por eso también nos juntamos para salir a abrazar a toda la infancia”.

   El grupo trabaja en un centro de día, situado en Mendoza 1247, donde se enseñan oficios de carpintería, serigrafía y panadería. En Rouillón al 200, un emprendimiento de Chicos desarrolla una escuela de panadería cuya producción abastece a los Centros Crecer.

   Además, Chichizola advierte: “El hambre es un crimen y no un accidente. Detrás de cada pibe de la calle hay un desocupado. En el país se podría alimentar a todos los pibes, pero falta la decisión política”.

   El lunes último, al partir los ómnibus desde Iguazú, César Jiménez, juez correccional de Menores, dijo que “en la agenda política no figura el tema. Pero, el 53 por ciento de la población de la provincia vive en estado de indigencia. De esos afecta, un 70 por ciento son niños y adolescentes”.

   El magistrado consideró que la educación pública no es totalmente gratuita, “es un simbolismo porque en las escuelas se pide una lista de materiales y ya no se le entregan más útiles para que los chicos puedan en definitiva estudiar”. Además, agregó: “En el interior hay chicos que no tienen zapatillas para ir a estudiar, y hay sectores empobrecidos como —Cerro Azul—, donde sé que hay chicos que en vez de estar estudiando están delinquiendo”.

   La marcha que moviliza a niños de Tucumán, La Plata, Buenos Aires y Santa Fe, entre otras regiones, se realiza con el apoyo de sectores de la Iglesia, la Central de Trabajadores Argentinos, distintos sindicatos y organizaciones sociales. El miércoles llegarán a Rosario para hacer un acto en el Monumento Nacional a la Bandera. Luego retomarán el camino para cerrar la movilización en la porteña Plaza de Mayo, el 18 de mayo.

   

Amsafé se suma



   Por su parte Amsafé provincial y su delegación de Rosario se suman a la Marcha de los Chicos. “Marchamos de Misiones a Plaza de Mayo y pasamos por Santa Fe. Los maestros marcharemos con nuestros alumnos, inundando de guardapolvos blancos la provincia”, expresa un comunicado de Amsafé provincial.

   El texto advierte cómo “el hambre avanza sobre nuestros pequeños” y recuerda que “más de la mitad de nuestros niños menores de 18 años, se encuentran viviendo en la pobreza”. También que decenas de niños se mueren por día —menores de 5 años— por causa de la miseria. “Cuando hablamos de mortandad infantil no solamente deberíamos incluir a los pequeños que se lleva la muerte sino también a los niños dañados —para siempre— física, intelectual y emocionalmente antes del nacimiento de las palabras”, expresan.

   El comunicado del gremio de los maestros expresa: “Vamos a inundar cada pueblo santafesino de guardapolvos blancos para que escuchen nuestras voces. La escuela pública es el lugar de la esperanza, de las transformaciones de las utopías en realidades y por eso vamos a caminar”. La marcha que recorrerá 4.600 kilómetros, pasará por el 14 por Santa Fe y el 15 por Rosario.

   Por su parte, la Delegación Rosario de Amsafé ya preparó una serie de propuestas pedagógicas para que los maestros trabajen con sus alumnos en las aulas. La iniciativa invita a reflexionar sobre los problemas sociales que afectan a la infancia y a la adolescencia y se da estrategias desde distintas áreas para abordarlos.