"Venía haciendo personajes densos y quise hacer algo más querible"

Luis Luque explica por qué decidió volver a actuar en una tira televisiva. Se estrena hoy "Mujeres de nadie", por Canal 3, y también "tres de corazones", en cine

Pedro Squillaci / La Capital

Luis Luque mastica una milanesa de soja y habla por teléfono con La Capital desde el living de su casa. Habla rápido y en voz alta, pero no pierde calidez. Viene de grabar toda la mañana en Pol-ka, de ensayar una obra de teatro y de leer libretos para cine. Como si fuera poco, hoy también se estrena en Rosario “Tres de corazones”, el filme de Sergio Renán, quien confió a este diario que es una película “luquedependiente”. El actor dijo que sabe “qué es parar”, aunque no faltará quien piense que el que no está en la tele no existe. Para los que piensan así, Luque vuelve a ser protagonista de una telenovela después de mucho tiempo. Hoy, a las 15, se estrena “Mujeres de nadie” por Canal 3, en donde hará pareja con Susú Pecoraro.

  —¿Cómo es tu personaje de “Tres de corazones”.

  —Es el capanga de un pueblo, dueño de una flota de taxis y un burdel. El tipo lleva a un pueblo a un chico que había perdido el laburo y se encuentra en el bondi con una mujer con la que supuestamente empiezan a tener una historia de amor, pero la mina labura para el capanga, entonces arranca el triángulo amoroso. El personaje es de un histrionismo impresionante, es un personaje muy límite, muy difícil, muy contradictorio, es una especie de niño terrible con poder, pero profundamente conmovedor.

  —Renán dijo que la película es “luquedependiente” ¿Vos también lo ves así?

  —Y sí, la mujer es el objeto de conflicto, pero mi personaje está muy bueno. Es un tipo muy impune, parece un idiota, por momentos se cree que es Sandro. Y yo estoy muy contento con el laburo. Sergio (Renán) es un director de actores de aquellos que no hay.

  —¿De qué manera marca la diferencia?

  —Primero que Renán es actor, conoce el funcionamiento del actor, y es de una generación que se preocupa por la manera de contar el cuento. No es un tipo basado en la técnica sino fundamentalmente en la sensación que se desprende de las relaciones humanas y el análisis de texto, y no todos los tipos saben esto. Renán tiene una formación que un tipo de cine no la tiene, parte de una idea muy puntual de adónde quiere llegar y qué quiere que le pase al actor, y sabe pedirlo. Vos te das cuenta cuando el tipo sabe o no sabe, si no sabe hago todo solo, si sabe me apoyo. Y considero que este es un tipo para apoyarse tranquilamente.

  —A todo esto, ahora estás a full con tu regreso a una telenovela después de varias temporadas.

  —Sí, con “Mujeres de nadie”, ahí compongo un médico, jefe de piso de un hospital, divino, con una sensibilidad social impresionante, ocupado porque la gente esté bien, por terminar con la burocracia y la pelea por acabar con todas las cosas horribles que tienen los hospitales. También está enamorada del personaje de Susú, que está casada y tiene toda una historia, pero es un tipo con un corazón bárbaro que se mete en líos para ayudar a la gente.

  —¿Por qué volviste al vértigo de una tira diaria?

  —Me gustó el proyecto, pero también porque necesito hacerlo por una cuestión económica. O sea, hubo un montón de cosas que convergieron en eso. El año pasado hice un solo programa de “Mujeres asesinas”, que por suerte me nominaron para el Martín Fierro, pero estaba con ganas de hacer tele. A mí Pol-Ka me encanta, estoy de acuerdo cómo laburan, el elenco es tremendo y dije, bueno, venía haciendo personajes muy densos, muy duros, y ahora me tentó hacer una cosa más amorosa y más querible.

  —¿No te molesta que en el horario central de la televisión la pelea principal del rating pase entre Marcelo Tinelli y un reality?

  —No me interesa el tema, no tengo nada que ver con eso, es un problema de ellos. A mí me pagan por lo que hago, trato de hacer lo mejor posible y me voy a mi casa.

  —Pero la ficción hoy está afuera de todo. ¿No te merece una reflexión?

  —Para mí todo es una porquería, me parece una mierda y lo que se ve es patético. Pero qué querés que te diga, la gente los ve, y no les dan muchas opciones. Es todo un juego de negocios, que no le importa a nadie nada y lo único que necesitan es vender. Obviamente quiero que se haga más ficción para que haya más trabajo para mí y para mis amigos.

  —¿Participarías en un reality de famosos?

  —No, no me importa para nada. Pero no critico a los actores que lo hacen, tendrán sus motivos y no soy quien para juzgar a nadie. Además, somos todos grandecitos, y el que lo hace sabrá por qué lo hace y punto.

Luis Luque le da vida al cálido doctor Gutiérrez en "Mujeres de nadie".