En Rosario se previene la ceguera de los prematuros

El municipio posee un equipo láser que también pueden utilizar los sanatorios privados

Florencia O´Keeffe / La Capital

En Rosario, más de 150 bebés fueron intervenidos con un equipo láser que previene la ceguera en los prematuros. El instrumental, que fue adquirido por la Municipalidad en el marco de un proyecto con la Comunidad Económica Europea, se utiliza en todos los efectores públicos de la ciudad, que también lo ceden a los privados que lo necesiten. Es el único equipo de estas características existente en la zona para tratar la retinopatía del prematuro (ROP), un problema ocular que afecta del 30 al 40% de los bebés que nacen anticipadamente y con bajo peso.

Si esta patología no es tratada a tiempo, es probable que el niño sufra a corto o mediano plazo severos problemas en la vista y hasta ceguera. En la Argentina, la retinopatía del prematuro es la causante de la mitad de los casos de ceguera infantil.

Hasta el 2001, cuando fue adquirido el Diodo Láser 810, las intervenciones de este tipo se realizaban exclusivamente en efectores de Buenos Aires, lo que generaba que la mayoría de los bebés que nacían en Rosario con este problema estaban condenados a padecer severos problemas visuales o a quedar ciegos de por vida. Cuanto más prematuro es el niño y más bajo su peso al nacer, mayor es el riesgo de desarrollar retinopatía.

Los especialistas que trabajan con este equipo en el Cemar (Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario) señalaron a La Capital que en los últimos años hubo una alta demanda de esta práctica quirúrgica que consiste en la utilización de un láser de determinada onda de longitud con el que se “fotocoagula” la retina afectada, preservando la parte sana. Las intervenciones realizadas tuvieron un éxito del 95%.

Gracias a la alta tecnología y la especialización médica en el área de neonatología hoy sobreviven bebés que décadas atrás no tenían chances. Esto implica que si bien se les salva la vida, aparecen problemas nuevos a los que es necesario hacerles frente. “El aparato con el que contamos en Rosario tiene menos de una década en el mundo, es una innovación a la que afortunadamente hoy tenemos acceso y que ya ayudó a más de 150 niños nacidos en las maternidades públicas y privadas”, señalaron los médicos a cargo.

Un acuerdo entre la Secretaría de Salud Pública municipal y los sanatorios y clínicas permite que el aparato se traslade donde hace falta. Las intervenciones están a cargo de la oftalmóloga Graciela Filosa, quien pertenece al equipo médico del Cemar. El mantenimiento del instrumental corresponde al ingeniero Oscar Bercovich.

Diagnóstico temprano. Actualmente, en todas las maternidades, tanto públicas como privadas de Rosario, se hace un estricto control oftalmológico a los bebés prematuros. La retinopatía puede detectarse aproximadamente a las cuatro semanas de vida gracias a un estudio específico. Cuando se confirma que un niño tiene este problema, es necesario esperar a que la patología alcance un determinado nivel, y entonces, en 72 horas, se hace imprescindible la intervención con láser.

Los oftalmólogos hacen hincapié en la importancia de la salud visual y reconocen que frente a los diversos problemas que puede presentar un bebé prematuro (bajo peso, dificultades respiratorias y neurológicas), el tema de la vista queda relegado a un segundo plano para los padres, con lo cual, “a veces es muy difícil hacerles entender la relevancia de esta intervención”.

La práctica con el Diodo Láser 810 demanda aproximadamente dos horas y requiere anestesiar al bebé, por lo que deben descartarse otros riesgos.

Precisión. La oftalmóloga Graciela Filosa trabaja con el equipo láser en una sala de neonatología de Rosario para mejorar la visión de un chiquito con retinopatía del prematuro.