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miércoles,
09 de
mayo de
2007 |
Roban 28 mil dólares con ropa de Telecom
En la casa abrieron la puerta porque el lunes habían pedido una reparación
Dos hombres vestidos con uniformes de una empresa de telefonía llegaron ayer a la tarde a una casa del barrio San Martín. Le dijeron a Nadia Gromico, de 18 años, que debían reparar una línea telefónica. La chica, que estaba sola, les franqueó el paso porque habían pedido una reparación. Los recién llegados la encañonaron y se llevaron 28 mil dólares, alhajas, una computadora portátil y un reproductor de DVD.
Cerca de las 16 de ayer, Nadia estaba sola porque sus hermanos y su padre habían salido de la casa que ocupan en Entre Ríos al 6100. A esa hora, dos hombres vestidos con camperas con el logo de Telecom arribaron a la casa. A la joven, el arribo de los trabajadores no le llamó la atención: su teléfono no funcionaba desde el lunes a la noche y ella había hecho el reclamo en la empresa.
Convincentes, los hombres parecían conocer los trámites de rigor en estos casos. “Dónde están las bocas de salida”, preguntó uno de ellos. Nadia no dudó de que estaba frente a dos empleados telefónicos. No tardaría en detectar la trampa. “Cuando estábamos en la pieza uno de los tipos me pidió si podía correrle la cama para que pudiera trabajar mejor. Ahí me puso un arma en la cabeza”, contó.
La chica terminó en el piso y uno de los maleantes empezó con las preguntas. “Dónde están los euros”, dijo uno. Sorprendida, Nadia respondió que no había billetes de esa moneda. Entretanto una amiga de Nadia golpeó la puerta de calle. Los ladrones no se mosquearon. Uno abrió y la chica corrió la misma suerte que su amiga. Las dos jóvenes terminaron maniatadas con precintos de plástico.
Los ladrones recorrieron la casa y finalizaron su itinerario al distinguir un pequeño cofre de plástico en un ropero. Allí estaban los 28 mil dólares (unos 90.000 pesos). Los ladrones también recogieron alhajas, una notebook y un reproductor de DVD. Cuando terminaron con el trabajo, uno de los intrusos usó su celular. “Ya está. Vení a buscarnos”, le dijo a su interlocutor. Se fueron con las llaves.
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