Lascurain asumió en la UIA con un fuerte apoyo a la política económica

Miceli estudiará la creación de un banco de desarrollo. El rosarino Vacca quedará en Adimra

Con un claro respaldo a la política económica, Juan Lascurain asumió ayer como presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), cargo que ejercerá por dos años, en reemplazo de Héctor Méndez. La conducción de la central fabril y el gobierno enfatizaron ayer su sintonía, luego de las especulaciones provocadas por los efectos del caso Skanska, con la presencia de la ministra de Economía, Felisa Miceli, en el acto de asunción de la nueva comisión directiva.

Lascurain es presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), cargo en el cual pedirá licencia para ocuparse de lleno a la conducción de la central fabril. Este paso dejará la conducción efectiva del nucleamiento metalúrgico en manos del rosarino Sergio Vacca, tal cual lo anticipó este diario.

“Quiero que el señor presidente Néstor Kirchner tenga muy en claro nuestro pensamiento y nuestro sentir, sin términos ambiguos y sin medias palabras: mi conducción expresa su apoyo a la actual política que expresa su gobierno”, enfatizó Lascurain al asumir el cargo en la sede de la Unión Industrial.

Banco industrial.
La ministra Miceli devolvió las gentilezas al abogar en favor del trabajo conjunto “entre el sector público y privado” y dejar planteada la posibilidad de fundar un banco de desarrollo industrial, viejo reclamo de los dirigentes fabriles que, lo imaginan como una versión local del famoso Banco Nacional de Desarrollo de Brasil.

Lascurain fue puesto en funciones por el presidente saliente de la Unión Industrial, Héctor Méndez, quien concluyó sus dos años de mandato hasta con libro propio. “En nuestro país mucho hemos avanzado en la dirección correcta, pero mucho es lo que falta por hacer. Desde el sector privado debemos buscar, impulsar y propiciar espacios de coincidencia para una mejor articulación público-privada”, precisó el titular saliente.

El acto de recambio en la central fabril estuvo precedido de una serie de especulaciones sobre la relación entre los industriales y el gobierno. Sucede que, como empresario metalúrgico, Lascurain integra la misma cámara empresaria que la empresa Techint, cuya influencia en un sector de la entidad que agrupa a los empresarios es muy marcada.

Tensiones.
Techint quedó envuelta en los coletazos del caso Skanska, en el marco de la estrategia del gobierno para desmarcarse de las denuncias de corrupción que involucran las contrataciones para un gasoducto. Esa tensión se acrecentó con la ausencia de señales oficiales respecto del diferendo que la compañía mantiene con el presidente Hugo Chávez por la avanzada nacionalizadora sobre su controlada Sidor. Ayer, mismo, trabajadores de la siderúrgica venezolana habían cortado una ruta en ese país en apoyo a la nacionalización.