Arsenal superó 1-0 a Quilmes en un postergado de la 10ª fecha

El asombroso Arsenal de Sarandí superó hoy 1-0 a Quilmes, en un partido postergado de la décima fecha, se afirmó en la tabla para entrar a las copas continentales y le produjo un daño acaso irreparable a su rival que que lucha con desesperación para no descender al Nacional B.

El gol de la victoria lo marcó Santiago Raymonda en el complemento. Con este triunfo, Arsenal está, momentáneamente, dentro del lote de equipos que disputarán las copas Libertadores 2008 y Sudamericana 2007.

Por el lado de Quilmes, sumaron una nueva desilusión y ven cada vez más factible la idea de jugar la próxima temporada en la Primera B Nacional.

El primer tiempo fue cambiante porque comenzó mejor Quilmes, que tuvo mayor tiempo el control de la pelota, pero Arsenal, con su orden, terminó el capítulo inicial siendo más punzante en el área rival.

Necesitado de sumar puntos para salir de la peligrosa zona de descenso directo, Quilmes salió decidido a buscar el arco visitante. Su mejor hombre fue el estratega Pablo Batalla, quien se encargó de comandar cada uno de los ataques de su equipo.

El local manejaba el balón, llegaba con frecuencia al arco de Mario Cuenca, pero le faltaba claridad para definir las ocasiones de peligro.

La chance más clara del “cervecero” fue a los 24. El juvenil Juan Olivares tiró un centro desde la derecha y el delantero Gustavo Ibañez cabeceó al arco, la pelota pegó en la línea de gol en un defensor de Arsenal y se fue al córner.

El equipo visitante se fue arrimando de a poco, sobre todo con el trabajo de Santiago Raymonda, y se hizo protagonista de las acciones de peligro en el último cuarto de hora del primer período.

Así, la visita llegó claro a los 44. El atacante Mauro Obolo tiró un centro rasante desde la derecha y en el momento que Cristian Llama se prestaba a definir, el arquero Damién Grosso contuvo el envío.

El complemento comenzó de igual manera. Quilmes siguió sin encontrar el rumbo y Arsenal cada vez era más peligroso en ataque.

A los 15, el Carlos Casteglione tiró un centro a la altura del área para Raymonda. El ex Instituto dominó el balón y la cuchareó por arriba de Grosso para decretar la justa ventaja.

Después del gol, Arsenal jugó con la desesperación de Quilmes y tuvo claras ocasiones para rematar el encuentro.

Por su parte, los de Alberto Fanesi fueron puro corazón, minaban el área visitante con mucha gente y dejaban espacios en su última línea.

A los 30, Pablo Garnier entró al área y sacó un remate cruzado. El balón besó el poste derecho de Grosso y se fue por un costado.

Los minutos pasaban y el partido se tornó emocionante de ida y vuelta.

En el primer minuto de descuento, Grosso le tapó un mano a mano al delantero Cristian Castillo; y dos minutos después, Mario Cuenca le sacó un bombazo de Pablo Batalla por arriba del travesaño. (DYN)