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martes,
08 de
mayo de
2007 |
Dirigentes aeronáuticos polemizaron sobre la seguridad aérea
Buenos Aires.- Asociaciones de pilotos y controladores ratificaron hoy la denuncia sobre el incidente entre dos aviones, y advirtieron que están sometidos a un régimen de “dictadura”, pero otros dos gremios respaldaron al Ministerio de Defensa y consideraron garantizada la seguridad.
El responsable para América latina de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), José Miguel Ceppi, dijo que “el espacio aéreo argentino está asegurado” y negó la existencia de la cuasi colisión entre aviones.
Las expresiones de Ceppi, quien consideró la denuncia una “información distorsionada”, fueron difundidas hoy en un informe por el Ministerio de Defensa.
Las asociaciones que denunciaron la cuasi colisión dijeron hoy que una controladora que intentó comunicarse con uno de los pilotos involucrados en la maniobra evasiva “quedó descompuesta todo el día y hasta sufrió diarrea” por los nervios que le provocó el seguimiento radial de las aeronaves.
Sin embargo, el gremio de aeronavegantes y uno que representa a trabajadores de diversas áreas de la aeronáutica avalaron las versiones de la Fuerza Aérea y el Ministerio de Defensa, al considerar “anuncios alarmistas y apocalípticos” las denuncias de los sindicatos de pilotos y controladores.
Ricardo Frecia, secretario general de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), dijo que “no sería la primera vez que, desde algún sector, se agita el tema de la inseguridad, en la prosecución de objetivos particulares que nada tienen que ver con los derechos e intereses de los trabajadores ni de los usuarios”.
Frecia mantuvo el lunes una reunión con la ministra de Defensa, Nilda Garré, en la que participó también Omar Torres, jefe de la Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa).
En un comunicado ambos dirigentes definieron las denuncias de sus pares como “impactantes noticias referidas a la inseguridad aérea en nuestro país, que han sembrado alarma entre trabajadores aeronáuticos, usuarios y la opinión pública en general”.
El parte destacó que Torres es el “titular del único sindicato con personería gremial que representa a los Controladores de Tránsito Aéreo”, por lo cual “es la persona más idónea a fin de informar debidamente de lo que está pasando”, y sostuvo que “la seguridad aérea está garantizada”.
Por su parte, Césa Salas, jefe de la Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo (ACTA), aseguró que “el incidente existió” y lamentó las declaraciones de sus colegas.
“Yo represento a 500 de los 730 controladores que hay en el país, lamento que tenga que utilizar estos argumentos para fundamentar mi testimonio en momentos en que se atraviesa una crisis aérea increíble”, remarcó.
Especuló que los dos gremios que respaldaron al Ministerio de Defensa reaccionaron de esa forma debido a que “el sector está presionado por quienes encabezan una dictadura militar en medio de la democracia”.
Por último, aseguró que la controladora que efectuó el seguimiento radial del incidente del lunes “sufrió hasta diarrea de los nervios que tuvo”.
En ese sentido, la vicepresidente de la Federación Internacional de Controladores de Tránsito Aéreo, Gabriela Logatto, resaltó que las aeronaves comerciales estuvieron a punto de colisionar.
Asimismo, subrayó que además del dispositivo del avión que alertó a uno de los pilotos para efectuar la maniobra evasiva, estuvo la participación de la controladora que realizaba el seguimiento radial.
Logatto coincidió con Salas cuando dijo que la trabajadora que fue “protagonista inicial del incidente ayer estuvo descompuesta toda la tarde”.
Según las denuncias hechas públicamente por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla) y Acta, el avión de Andes Líneas Aéreas debió descender el lunes unos 2 mil de pies de su posición para evitar una colisión contra el Boeing 777 de United Airlines que procedía de Washington.
Por su parte, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, que viajaba en el avión de la compañía estadounidense, dijo no haber sentido ningún “movimiento brusco”, en declaraciones a la prensa. (DyN)
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