Rosario se sumó modestamente a la marcha mundial procannabis

Un grupo modesto de manifestantes (menos de lo que querían, por la lluvia) se reunió hoy en Rosario para reclamar públicamente la despenalización del consumo de la marihuana, en sintonía con las ONG que hicieron lo propio en distintas ciudades de Argentina y del mundo respondiendo a una convocatoria lanzada en unos 40 países.

La “Million Marijuana March”, que se realiza en unas 180 ciudades del mundo, es organizada por distintas ONG y exige la despenalización del consumo de la hierba cannabis, tanto para uso terapéutico como recreativo.

En Rosario la marcha fue convocada por la agrupación Cogollos, un grupo recientemente formado que busca abrir el debate en torno al estatus legal del cannabis.

El grupo no estuvo integrado por más de 30 personas, las que aseguraron que al lluvia les jugó una mala pasada. Pero eso no impidió que defendieran el consumo de marihuana, y reclamaron una política oficial en torno al consumo de dorgas que apunte a la reducción de daños y no a la represión del consumo.

En Buenos Aires, la protesta se hizo frente al Planetario Galileo Galilei, ubicado en en Sarmiento y Belisario Roldán, en el barrio porteño de Palermo.

Los manifestantes demandaron también que se terminen los arrestos por consumo personal, impulsar una investigación científica sobre los usos terapéuticos del cannabis y la despenalización del autocultivo, según informó la Asociación de Reducción de Daños de la Argentina (Arda).

“El encuentro se hace por el fracaso de la política de penalizar la tenencia de drogas por consumo personal, que detuvo y encarceló a más de 300 mil jóvenes en los últimos 15 años y no fue un elemento eficaz para detener el consumo”, afirmó Ricardo Paveto, miembro de Arda.

“Es preciso abandonar el modelo criminalizador. Tenemos que volver a una mirada sanitaria y social, no estigmatizar, mediante una política de drogas más justa y eficaz. Es un acto criminal involucrar a un simple tenedor con la ley que penaliza al delito federal de narcotráfico”, agregó.

Por su parte, uno de los manifestantes consideró ante la prensa que “si en Holanda me recetaron el consumo de cannabis para uso medicinal para evitar unas náuseas, no entiendo cómo puede ser que en un país me recetan una hierba y en otro lugar soy un delicuente”. A su vez dijo que “también tendrían que permitir el uso recreacional, porque a diferencia del alcohol, la marihuana no tiene sobredosis”. (Télam).- gb-ca 05/05/107 17-20