Piña: "Después de Misiones, Kirchner aprendió la lección"

Lo dijo el obispo emérito al finalizar la reunión con el jefe del Estado en la Casa Rosada

El obispo emérito de Puerto Iguazú, Joaquín Piña, aseguró ayer que el presidente Néstor Kirchner aceptó su pedido de no intervenir en la política de Misiones "porque aprendió la lección del año pasado", cuando fracasó en su apoyo al intento reeleccionista del gobernador Carlos Rovira. También confesó que el cardenal Jorge Bergoglio se quejó ante él porque el primer mandatario lo tomó como "el jefe de la oposición".

Después de la reunión en la Casa Rosada a pedido de Kirchner, y luego de contó que el presidente le insistió mucho "en que no es rencoroso", Piña renovó sus críticas contra Rovira.

"Este señor (por Rovira) ya perdió un poquito el rumbo, es un hombre que vive muy aislado; él está ahí en su torre de marfil, todos lo acusan de (ser un) autista, una persona que no escucha a nadie", sentenció.

También le reprochó la cruz de 80 metros que pretende instalar en el cerro Santa Ana, proyecto cuya inversión se estima en 22 millones de pesos. "Quiere perpetuarse con una gran cruz, que no será la cruz de Jesús, será la cruz del gobernador", ironizó, y lamentó la "millonada" que se va a gastar, que "sería mejor aprovechar para paliar un poquito las necesidades sociales de tanta gente marginada que tenemos".

En octubre pasado, Piña lideró el Frente Unidos por la Dignidad (FUD) en las elecciones convencionales constituyentes y sepultó las aspiraciones de Rovira de seguir por un tercer período, idea que era avalada por Kirchner.

El obispo ratificó que en el encuentro con el presidente ambos y trataron de de "bajar los decibeles" y que él le aseguró no tener problemas con la Iglesia ni con ningún obispo, "que está abierto al diálogo, que siempre es la vía que puede conducir a algo".

Cuando se le preguntó cómo contestó el pedido de no entrometerse en la política de Misiones (donde el 28 de octubre se elige gobernador), respondió: "Me dijo que estaba de acuerdo; creo que aprendió también un poco la lección del año pasado".

"Yo le dije que no soy ningún enemigo político, lo que pasa es que me pareció que en aquel momento en Misiones teníamos que salvar la democracia de cualquier forma, por eso apoyé ese frente que se formó allí", recordó.

Acotó que "el presidente me insistió mucho en que él no es rencoroso, lo cual me parece muy bien, y no es que haya sido yo el que buscó este encuentro, fue él que me mandó a llamar, y por respeto debía acudir", enfatizó.

Sobre la interna abierta en el seno de la Iglesia, Piña dijo que habló con Bergoglio "hace pocos días" y que éste se quejó: «El presidente me ha tomado como que yo soy el jefe de la oposición, y yo no soy un político»".

Piña insistió: "Conversé con el cardenal como he conversado otras veces, y se me quejó un poco de esto que el gobierno lo tuviese como un jefe de la oposición".

Piña negó que el encuentro organizado por Kirchner tenga por objetivo provocar diferencias internas en la Conferencia Episcopal Argentina, al indicar que, "gracias a Dios, los obispos estamos muy unidos".

Piña: Kirchner aceptó no meterse en la política de Misiones.