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viernes,
04 de
mayo de
2007 |
Bayrou reveló que no votará por Sarkozy
París.- Un día después del caliente debate entre los dos postulantes a la presidencia de Francia -Nicolas Sarkozy y Segolene Royal-, el centrista François Bayrou, el tercer candidato más votado en la primera vuelta, afirmó que en el ballottage del domingo no votará por el candidato conservador, agregando más suspenso y tensión a la batalla electoral. Aunque Bayrou no sugirió a sus seguidores a quién votar, esta es la primera vez que hace un pronunciamiento de este tipo. Por otro lado, Sarkozy respira tranquilo. Un sondeo lo dio como el vencedor en la discusión televisiva que mantuvo con la socialista, mientras que las encuestas en general lo apuntan como el favorito en la segunda ronda.
En declaraciones que el diario Le Monde publica en su edición de hoy, Bayrou, que fue cortejado en vano tanto por Royal como por Sarkozy, afirmó que este domingo no votará por el ex ministro del Interior. Sin embargo, el centrista sigue retaceando a sus seguidores una clara recomendación sobre cómo votar en el ballottage.
Efectos ambiguos
Bayrou que en la primera vuelta recibió 6,8 millones de votos mantuvo el sábado un debate televisado con Royal A pesar de tener aparentemente una simpatía mayor hacia la candidata socialista casi todos los 29 diputados de su partido el UDF ya se decantaron por Sarkozy
El efecto del anuncio de Bayrou sobre los millones de indecisos es difícilmente previsible, si es que tiene alguno, porque también declinó concientemente señalar a Royal como su favorita. El centrista se limitó a decir que a la socialista "le fue bastante bien" en el debate.
Entretanto, según una encuesta del instituto Opinionway, encargada por el diario Le Figaro, Sarkozy resultó favorecido en el debate que sostuvo con Royal el miércoles por la noche. El 53% de los encuestados señaló que el conservador fue "más convincente" que Royal, a la que sólo el 31% dio como ganadora. El 16% no se inclinó por ninguno de los dos.
En declaraciones a la emisora RTL, Sarkozy se mostró ayer "un poco asombrado por cierta agresividad de madame Royal" durante el debate, al que sin embargo consideró como "digno". Royal adoptó una postura por momentos ofensiva, llegando a acusar a Sarkozy de alcanzar "la cumbre de la inmoralidad política", por hacer campaña con una propuesta de educación para niños discapacitados.
En opinión del candidato conservador, la hostilidad de su rival deja al descubierto "una forma de intolerancia". "Es esencialmente muy revelador de las reacciones de cierta izquierda, que considera ilegítima a cualquier persona que no comparte sus ideas", agregó Sarkozy.
Royal, por su parte, contraatacó ayer acusando a Sarkozy de "ponerse todo el tiempo en el lugar de víctima cuando lanza los golpes más bajos".
El conservador insistió en relativizar la importancia del debate: "Esto es como el Tour de France. No se trata de ganar una etapa, sino toda la carrera", dijo.
Tácticas
Según escribió ayer el L'Est Republicain Sarkozy dejó los gallos de riña en el establo y Royal cayó en la trampa Esta vez el candidato conservador sólo estaba interesado en los millones de votantes de centro y moderados todavía indecisos Su actitud hacia Royal fue bien medida Como dijo el asesor André Santini no se puede ir siempre por el knock out
Distintos analistas concluyeron que las armas de Royal no consiguieron inquietar del todo a Sarkozy, quien durante el debate optó por la alternativa más difícil para su personalidad: morderse la lengua -todo lo posible- y desbaratar con dialéctica de estadista los ataques de su rival.
Más de 20 millones de franceses siguieron el debate por TV a pesar del primaveral clima que invitaba a salir de casa, según la agencia Mediametrie. El debate anterior, entre el saliente mandatario Jacques Chirac y el socialista Lionel Jospin, en 1995, tuvo 16,8 millones de espectadores.
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