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 viernes, 04 de mayo de 2007  
Recuperan misa escrita por el padre Mugica y harán ceremonia

Buenos Aires- Por primera vez después de 33 años se celebrará una misa con las plegarias escritas por el sacerdote tercermundista Carlos Mugica, que en 1974 cayó asesinado a manos de sicarios de la banda terrorista paraestatal Alianza Anticomunista Argentina (AAA).

La ceremonia “Misa para el Tercer Mundo” con textos del religioso tendrá lugar el domingo 13 de mayo, a las cuatro y media de la tarde, en la Iglesia de Santa Cruz de los padres pasionistas, ubicada en la calle Estados Unidos 3150, del barrio porteño Balvanera, informaron los organizadores.

Justamente en la Iglesia de Santa Cruz, durante una misa celebrada el 8 de diciembre de 1977, cayeron secuestrados varios familiares de desaparecidos por la dictadura militar, a los que señaló el represor Alfredo Astiz, quien se había infiltrado en ese grupo haciéndose pasar por hermano de un joven apresado.

“Se podrá conocer esta Misa gracias a la recuperación del master original de esta obra, cuyas copias fueron secuestradas y destruidas en 1974 por algunos integrantes de la Policía Federal a instancias de la Triple A”, agregaron.

Las oraciones litúrgicas de Mugica “fueron escritas en un lenguaje directo, con contenido social y testimonial, acompañadas por ritmos afro, asiáticos y latinoamericanos” y constituyen “una interpelación para los hombres y mujeres de hoy, un mensaje que nos hermana, nos impulsa y nos alienta a caminar junto a los trabajadores, los jóvenes, y los niños”.

Líder del Movimiento de Sacerdotes Para el Tecer Mundo, que nació al abrigo del Concilio Vaticano II y la Teología de la Liberación, Mugica renunció a la familia acomodada en que se crió y se instaló a vivir en una parroquia de la villa miseria del barrio porteño de Retiro, actual Villa 31.

Afín al peronismo denominado de “la resistencia” a la proscripción política que ese movimiento padecía desde 1955, con el regreso en 1973 de Juan Perón a la presidencia el sacerdote tomó distancia de los sectores más radicalizados, sobre todo de Montoneros, y los instó a insertarse en la vida democrática.

El 7 de diciembre de 1973, el padre Mugica expresó públicamente: “Como dice la Biblia, hay que dejar las armas para empuñar los arados”.

Pero a la vez era condenado por los sectores de ultraderecha del peronismo y el 11 de mayo de 1974 sufrió una emboscada cuando se disponía a subirse a su automóvil Renault 4-L estacionado en la puerta de la iglesia de San Francisco Solano, en sur del conurbano, donde acababa de celebrar misa.

Según los testimonios de algunos acompañantes, se le acercó un individuo con bigotes, quien presuntamente era Rodolfo Eduardo Almirón, por entonces cabecilla de la Triple A, actualmente detenido en España a la espera de su extradición, y le descerrajó varios disparos con una ametralladora Ingram M-10.

Mientras agonizaba Mugica alcanzó a pronunciar sus últimas palabras: “!Ahora más que nunca tenemos que estar junto al pueblo!”. (DyN)
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