Acusó recibo

Cardozo parece empecinado en minimizar todo lo demás. Para bien de Newell's, claro. Pero lo cierto es que la nueva victoria rojinegra como visitante, esta vez ante un rival apenas entusiasta como Belgrano, ofrece otros ejes de análisis. Uno de ellos, la capacidad de reacción de un equipo que venía de ser golpeado por primera vez en su nuevo ciclo siete días atrás. Además, en casa. Otro, que tras la omnipresente figura de su goleador aparece un conjunto sólido para sustentarlo. Sensación que se va ensanchando con cada resultado a favor cosechado.

Marini modificó su enfoque ante Colón. Creyó que era el momento, de local y con una seguidilla de puntos que le daba tranquilidad, para poner en la cancha más hombres con aptitud ofensiva, pero no le dio resultado y retrotrajo sus pasos. Aquella vez mandó a la cancha a Arrieta y Peralta de entrada. Ayer los sacó a los dos, metió dos hombres más recuperadores y le salió redondo, más allá de que recién se relajó en serio tras el segundo de Tacuara.

A Seri lo metió como cuña entre Bolatti e Yllana, los volantes centrales piratas, pero además el volante de Chabás mostró un ritmo no exento de pausa para hacer circular la pelota hacia Cejas, sobre todo, o los volantes laterales como paso previo a la asistencia a Cardozo. Y Lucero se lució más en la marca, obligando a correrse a Matías Suárez (reemplazó a último momento al engripado Donnet) a la función de enganche, para luego dedicarse a controlar sin problemas a Serrizuela.

Cortado el circuito de juego local, Newell's fue paciente para ubicar los espacios, más después de haber aprovechado una salida en falso de Montoya, en un centro de Bernardello para que Cardozo pusiera el 1-0. Y cuando logró asentarse en el fondo, luego de que un extraño errático Spolli posibilitara tres llegadas claras de Belgrano (dos desperdició Ríos y otra Bolatti), pasó un complemento muy tranquilo, al punto que su segundo gol empezó a vislumbrarse como una posibilidad más palpable que el empate de Belgrano.

Eso pasó cuando Arrieta entró a tallar aún más que Seri en tres cuartos y cuando Edwin Chalar renovó la vitalidad que había menguado con el cansancio de Cejas. Belgrano no supo nunca como contrarrestarlos, y menos sabiendo que para Cardozo siempre habría una próxima. Cuando facturó de nuevo, se bajó el telón y la posta la tomó la violencia.

Newell's no perdió tiempo, hizo más creíble aquello de Marini de que lo de Colón fue sólo una mala tarde y ahora deberá hacerse más fuerte de local, donde ganó, empató y perdió en igual proporción en este ciclo. Sería otro salto de calidad, como el que dio ayer en Córdoba.

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Cardozo intenta cubrir el balón ante la marca de Serrizuela.