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lunes,
16 de
abril de
2007 |
Aplastante triunfo del “sí” en el
referendo constitucional en Ecuador
La iniciativa del presidente Correa logró un 78% de apoyos según
los boca de urna
Quito. — El presidente Rafael Correa obtuvo una sólida victoria política, cuando los ecuatorianos aprobaron por abrumadora mayoría (78%) una consulta popular que autoriza el llamado a Asamblea Constituyente, con poderes que van más allá de la reforma del texto constitucional y cuyo objetivo es transformar profundamente el Estado.
El “sí” ganó con un 78,1% frente a apenas un 11,5% del “no”, según un sondeo a boca de urna de la firma Cedatos-Gallup. Los datos del escrutinio oficial se conocerán hoy, en el mejor de los casos. Los datos de Cedatos se revelaron a dos minutos de las 17 (19 de Argentina) por televisión. De acuerdo a Cedatos los votos nulos llegaron a 7,1% y los blancos a 3,3%.
“Triunfo de la patria”. Correa se declaró “feliz porque es el triunfo de la patria, no es un triunfo del gobierno”, dijo la cadena de televisión Ecuavisa. El mandatario, desde que era candidato a la presidencia, promovió la idea como el eje central de su presidencia. En cuanto se hicieron públicos los resultados de encuestas a boca de urna, el presidente y sus más cercanos colaboradores cantaron canciones cívicas y se mostraron visiblemente emocionados en un elegante hotel de la ciudad portuaria de Guayaquil.
Con este resultado Ecuador comienza a transitar el camino hacia lo que el presidente ha llamado “socialismo del siglo XXI”, el mismo slogan que usa el venezolano Hugo Chávez, aliado estratégico y mentor de Correa. El proceder de Correa es casi idéntico al verificado en Venezuela y Bolivia. En esos países, sus mandatarios —Chávez y Evo Morales— instalaron Constituyentes de amplios poderes.
La encuesta a boca de urna de Cedatos-Gallup se realizó en base a encuestas en 21 de las 22 provincias del país y mediante 40.000 entrevistas, que arrojan un grado de confianza del 97% y un margen de error del 2%.
Los ecuatorianos respondieron a la pregunta: “¿Aprueba usted que se convoque e instale una Asamblea Constituyente con plenos poderes, de conformidad con el Estatuto Electoral que se adjunta, para que transforme el marco institucional del Estado, y elabore una nueva Constitución?”.
El Tribunal Supremo dará los resultados oficiales en un plazo máximo de cinco días. Las elecciones para la Asamblea Constituyente se realizarán en un plazo máximo de 150 días, tras la proclamación de las cifras oficiales.
Diputados sin voto. Los 57 diputados opositores destituidos de manera inusual por el Tribunal Electoral ecuatoriano se vieron impedidos de ejercer su derecho a votar. La sanción del Tribunal, que acompañó a la destitución, implicó el retiro de los derechos de ciudadanía por un año a los legisladores, lo que les impide votar. Sin embargo, muchos analistas y constitucionalistas han puesto en duda la potestad del Tribunal Electoral para destituir parlamentarios.
El ex parlamentario Pascual del Cioppo, del Partido Socialcristiano, condenó la medida y señaló que ése será “un argumento más” en la demanda que presentarán los parlamentarios cesados ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Acto sin precedentes. Los diputados fueron destituidos en un acto sin precedentes, acusados de obstruir la consulta popular y reemplazados por legisladores suplentes, dado que Rafael Correa no presentó listas de legisladores propios en la elección que lo consagró presidente. Desde el momento de la destitución, el 7 de marzo último, el Parlamento se mantiene cerrado por la policía.
Diego Ordóñez, de la opositora Unión Demócrata Cristiana (UDC), que encabezó la campaña por el “no” en la consulta de ayer, aseguró que la jornada fue un acto de “violación de la Constitución” por parte del gobierno, porque el referendo se “hace en base a violaciones constitucionales”. Estas son, básicamente, que en la Constitución aún vigente es el Congreso unicameral el que tiene la potestad de realizar reformas a la Carta Magna, mediante enmiendas con mayorías especiales. Como Correa no posee bloque parlamentario, este camino era inviable, y además ya lo había desechado en su campaña.
Si Correa hubiese respetado las formas y la Constitución, hubiera debido lograr una reforma constitucional en el Congreso, que a su vez habilitara la vía del referendo para convocar a la Constituyente. Correa pudo evitar este procedimiento gracias al enorme desprestigio de la clase política tradicional. Este fue el leit motiv de su exitosa campaña presidencial el año pasado, y su carácter de “outsider” le ganó la simpatía popular, que mantiene intacta.
Ordóñez agregó que el triunfo de ayer implicará “vivir dos años más de campaña”, pues deberán elegirse a los constituyentes, y luego votarse el referendo aprobatorio de la nueva Constitución.
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Fotos
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El presidente Correa, rodeado de custodios y admiradores en la mesa de votación, celebra el triunfo en el referendo, que descontaba. Ahora debe llamarse a elecciones para constituyentes.
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