"¿Qué pasará cuando llueva?"

Claudia Beatriz Bazán es empleada del salón de lectura de la Biblioteca Argentina hace cuatro años y, desde entonces, viene padeciendo el deterioro del edificio. "Cada vez que llueve hay que estar atentos a que no se mojen los libros y los periódicos de la hemeroteca, y correr para cubrirlos con plásticos", comentó la joven a La Capital, tras haber denunciado en su blog el cuadro de situación.

Los sectores más castigados por la tormenta fueron el subsuelo (donde funciona el depósito) y la hemeroteca. Además, en el área de internet hubo que trasladar la atención al público, porque el yeso del cielo raso comenzó a desprenderse.

"Hay cosas que se rompieron y nunca se arreglaron. El invierno pasado no hubo calefacción porque había perdidas de gas y el cableado del subsuelo está rodeado de goteras y filtraciones. Como si esto fuera poco, no hay salida de emergencia", narró Bazán.