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miércoles,
11 de
abril de
2007 |
Tiro venció 2 a 1 a Defensa y Justicia
Elbio Evangeliste / La Capital
No fue un golpe más. Por lo preciso, por el momento importante en el que se logró y, sobre todo, por el rival de turno. Por eso, con todas las apuestas desfavorables, Tiro Federal se dio el gusto de llamar la atención, aunque el resonante triunfo de ayer ante el encumbrado Defensa y Justicia (2 a 1, en el postergado de la 10ª fecha) deberá ser aprovechado para que el zarpazo no quede en un mero amague, sino que funcione como punto de partida para la recomposición definitiva de una imagen que hoy, como es lógico, muestra un menor deterioro.
Algunos de los buenos indicios que se habían mostrado el sábado ante Ben Hur ayer encontraron correlato. Y esa es un buena noticia para un Tiro que necesita puntos como el agua. Que el Halcón haya llegado golpeado por la derrota ante Instituto poco importó. Al menos el equipo de Ludueña se encargó de que ese aspecto pasara inadvertido.
Es cierto que los de Florencio Varela no parecieron ser un equipo con serias aspiraciones al título, pero el mérito de Tiro estuvo en obrar para que las cosas se dieran de esa forma.
Mientras la balanza estuvo equilibrada, Tiro se las ingenió para no autocomplicarse. Y de la solidez defensiva (Pena fue lo mejor de la cancha) nació el tranquilizante más eficaz para ir en busca del batacazo. Ninguno de los dos ofrecía demasiado, pero la aparición de Germán Romero (39'), tras el centro de Garnier, modificó el panorama.
La responsabilidad de Defensa y Justicia por torcer la historia implicó el mismo objetivo para Tiro en pos de defender lo que hasta allí había conseguido.
Las ideas en el Halcón siguieron sin aparecer, pero en medio de eso hubo condicionamientos claves. El ingreso de Diego Erroz desde el primer minuto del complemento fue uno de ellos. Es que el Vasco no sólo jugó en gran nivel, sino que se complementó muy bien con Eduardo Vilce (de buen partido).
Así, con el correr de los minutos, la locura de Defensa fue en aumento y los espacios, que aparecieron con mayor asiduidad, se hicieron más evidentes, especialmente cuando la pelota pasaba por los pies de Rodas.
En una de esas contras, no letales pero sí peligrosas, el Bily abrió por izquierda para Gelatini, quien luego de perfilarse sacó un sablazo cruzado para estirar la diferencia (28').
En campo contrario ya se había cumplido. Desde ese momento la premisa pasaba por no fallar en terreno propio. Y así se hizo. Pena despejó todo y un poco más y así, el gol de Defensa y Justicia (Vega, de tiro libre), en el segundo minuto del descuento, no alcanzó a poner en aprietos un triunfo que terminó pareciendo ajustado, pero que no dejó dudas de ser justo, pese a los pronósticos.
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